Hace algunos días una amiga me comentaba sobre las cosas que le habían sucedido recientemente y de cómo ella aprovechó esas experiencias como parte de un aprendizaje de vida (cosa que me parece algo muy positivo), pero al final de su cuento asomó una reflexión que me dejó pensando sobre la postura que tenemos ante las situaciones que se nos presentan. “Los momentos buenos de la vida se disfrutan, pero de los momentos malos es que viene el aprendizaje”.
Muchas personas adoptan una postura similar a la de mi amiga como forma de anclaje para darse fuerza y valor en momentos apremiantes de su vida. Eso de “lo mejor siempre es lo que pasa” lo utilizamos mucho a modo de mantra para sobrellevar una situación adversa que amenaza con vulnerar nuestro estado de ánimo. Sin embargo, este escudo emocional puede estar creando un paradigma peligroso con respecto a aquellas situaciones positivas que la vida nos brinda.(fedor sawoloka)