Dueña de tu libertad
Al despuntar el día;
observas mi despertar;
cuando abro mis ojos;
en la atalaya, tú estás.
Vigilante y con sigilo;
dominante de tu mundo;
aliándote, solo contigo;
en tu poder más profundo.
Con nada, ni nadie cuentas;
con nadie te sueles aliar;
de nadie necesitas el aliento;
para por la vida, poder luchar.
Dominadora del cielo;
yo, envidio tu majestuosidad;
todo acaparas con tu vuelo;
no te dejas intimidar.
No existe en ti la pereza;
tampoco conoces la piedad;
quieres solo sobrevivir;
no; sucumbes jamás.
Desafías a los elementos;
Tu medio es, la tempestad;
mientras los demás la temen;
tu luchas, en la adversidad.
Vives solo y luchas;
tu lucha no es, la ambición,
Luchas por ser tú;
no conoces la desolación.
(DOSI)