Dos rojas lenguas de fuego que,
a un mismo tronco enlazadas,
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama;
Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se corona
con un penacho de plata;
Dos jirones de vapo
r que del lago se levantan
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca;
Dos ideas que al par brotan
dos besos que a un tiempo estallan
, dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.
Gustavo Adolfo Bécquer