Imagino una noche apasionada,
en que todo lo diga tu mirada…
El nerviosismo exitante de tu cuerpo,
incitando a la caricia deseada…
Tu cabeza inclinada en mi regazo
brindándo una pasión desenfrenada…
Dulcemente refugiada en mís brazos,
desnuda,… acariciante,… enamorada…
Busco en la penumbra tu mirada,
para besar tus ojos suavemente,
entregarte mi vida enamorada
y recorrer tu piel ávidamente…
Con los deseos al placer despierto,
mis dedos resbalan descuidados
recorriendo con amor de experto,
los parajes por juntos caminados…
Tus labios responden mis caricias,
avanzan sobre mí y en sus excesos,
se posan por doquier y,… con delicia,
disfruto del embrujo de tus besos…
Para calmar mí sed nunca saciada,
navego por los mares de tu cuerpo,
hundo mi ancla al llegar al puerto
donde se abre tu lubrica ensenada.
En ese oculto muelle esta la loca
ansiedad que quema las entrañas,
las ansias de placeres en la boca,
los deseos de lujurias algo extrañas.
Con tus calidos besos encendidos,
bajo un clímax de amores excitante,
sintiendo los deseos complacidos,
felices nos vamos al final instante…
Se aplacan las mil olas encrespadas,
navegamos sobre un mar en calma.
Tus caricias de amor, apasionadas,
calmaron ya la tempestad del alma…
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