Anhelos del alma
Y después de mucho andar con los pies cansados y las gargantas secas, llegar al oasis donde crece el bálsamo y la palmera, y donde el agua cristalina sacia nuestra sed después de la fatigosa búsqueda por el manantial de la vida eterna.
Detener el paso, asomar al silencio en el horizonte, absorber sin lucha la luz que desprende de sus manantiales, olvidar las penas y enjuagar dolores, descansar el Alma sobre Su regazo, hundirse en Su paz e impregnarse del Amor en Su abrazo.
Y juntos sentir que el corazón se hace uno, que el canto de los pájaros son nuestras almas saludándose, y que la suave hierba que pisamos es el suelo del paraíso del amor donde quedamos fundidos en la impersonalidad.
Eres la rosa de Sharon y el lirio de los valles, pimpollo, brote, renuevo de mi amor, mercurio húmedo de este sulfuro seco que atraes lo cercano y lo lejano, imán de amor que irremediablemente viene a ti; brisa fresca, cual caricia delicada de los vientos del alma, sutil aroma que penetra todo, abriendo ante mis ojos tus suaves pétalos.
Flor que se descubre lentamente en el rocío y te acompaña al caminar por el desierto. Milagro en silenciosa comunión de paz, en oración que calma y sacia sed de amar intensamente. No temo más, me entrego a ti, sin pudor, sin recato, sin recelo
Y así, unido a ti en jugos amorosos, aspirar tu perfume, sentir tu fragancia en mi pecho, sentir el roce de tus pétalos. ¡Quema mi amor con el fuego más fuerte!, porque un Alma saciada desprecia el panal de miel; pero para el alma hambrienta todo lo amargo es dulce. Orienta con tu aroma mi largo peregrinar y recorre mi ser como un bálsamo, para fundir Tu luz en mi cristal, y así poder mirar a través de Tus ojos iluminados por la radiación del amor.
Unidad de energías enlazadas que antes de verse se conocen. Unidad en hermandad de orden y conciencia. Unidad que no tiene forma, policromía que se junta en un solo tono; unidad que tomada de la mano asume la tarea y danza al unísono en alegría. Imán de amor, rosa de Sharon, lirio de los valles, tómame, déjame reposar en tu amor por toda la eternidad de eternidades.
De Anidar y A.C.