KIRPAL SINGH autor
(Video)
(Video)
Aquellos que han logrado la maestría en esta yoga, enseñan que el Absoluto, aunque libre de atributos en Su estado primario, Se proyecta en forma y asume dos atributos primarios: Luz y Sonido.
Señalan que no es por simple accidente que en la literatura revelatoria de todas las principales religiones del mundo, se encuentran frecuentes referencias al “Verbo” o “Palabra”, que ocupa una posición central en sus postulados.
En los Evangelios tenemos:
En el principio era el Verbo,
y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios.
San Juan. 1.1
Nanak dice también:
La tierra y el firmamento no son sino
Shabd (Verbo).
Sólo del Shabd nació la Luz,
Sólo del Shabd surgió la creación,
Shabd es el núcleo esencial en todo.
Shabd es el agente directivo de Dios,
la causa de toda la creación.
Prabhati
Los sufis musulmanes declaran:
La creación
empezó a existir por el Saut (Sonido o Verbo)
Y del Saut se difundió toda la luz.
Shamas Tabrez
El gran nombre es
la esencia misma y la vida de todos
los nombres y formas,
Su forma manifiesta sustenta la creación;
Es el gran océano del cual no somos más que las olas.
Sólamente puede comprender esto aquel que ha dominado
nuestra disciplina.
Abdul Razaq Kashi
Moisés escuchó los mandamientos de Dios
en medio del trueno y de la llama, y asimismo en el pensamiento zoroástrico y similarmente en el taoista, hay referencias al “Verbo Creativo”, a la “Luz Divina”, y a la “Palabra sin Palabras”, el "Verbo Silencioso".
Algunos eruditos y teólogos de épocas posteriores, debido a su propia experiencia limitada, han interpretado estas descripciones como referencias metafóricas a la iluminación intuitiva o intelectual.
Al examinar más de cerca tal posición, se encontrará que es insostenible.
Los términos “Verbo” o Logos, en la forma en que los usaron los griegos, los hebreos y los europeos, pueden ser deformados para darles el significado de “razón” u “orden”, y el término “luz” puede incluso hacerse que signifique tan sólo iluminación mental;
pero sus equivalentes en otras literaturas religiosas, tales como
nad, udgit, akash-bani, shabd, naam, saut, bang-i-Ilahi, nida-i-asmani, sarosha, tao, y jyoti, prakash, tajalli, nuri-yazdani,
etc.,
se rehusan a aceptar semejante deformación de su significado místico original.
Es más, algunos videntes han expresado su verdadera dualidad de significado en tal forma que no puede haber lugar a equivocación ni cabida a duda alguna, de que lo que se implica no es una expresión figurativa de una experiencia mental ordinaria, sino una percepción interna trascendente.
Así, en la Revelación de San Juan encontramos:
Sus ojos eran como una llama de fuego...
Su voz como el
sonido de muchas aguas...
Su porte era como el sol que brilla
en su fuerza...
Y escuché una voz del cielo,
como la voz de muchas
aguas, y como la voz de un gran trueno:
y oí la voz
de los arpistas haciendo
sonar sus arpas.
Y en los Upanishads se nos dice:
Primero los sonidos murmurantes
semejantes a los de las olas
del océano, el caer de la lluvia, y luego
el correr de los arroyuelos, después de lo cual se
oirá el bhervi,
entremezclado con el sonido de campanas
y caracoles.
El Profeta Mahoma
oyó la música celestial, que gradualmente
tomó la forma de Gabriel y se
transformó en palabras;
y Baha U’llah relata:
Miríadas de místicas lenguas encuentran
expresión en un
lenguaje, y miríadas de Sus ocultos misterios
se revelan
en una sola melodía;
pero ¡ay! no hay oído para escuchar
ni corazón para entender.
Si uno pudiera descubrir esta corriente audible de vida dentro de sí mismo, si uno pudiera descubrir su extremo más bajo, podría uno usarla como una senda que le condujera inevitablemente hasta su fuente.
Y desde el momento en que esta corriente de Naam o Verbo brota del Anaam o el Sin Palabra,aquel que se aferre firmemente a Ella alcanzará inevitablemente el punto de partida,
trascendiendo plano tras plano de diversa relatividad hasta llegar a la fuente misma del Nombre y de la Forma
y de ahí, a fundirse en
Aquello que no tiene nombre ni forma.