Ocurrió que un paisano fue un día a la ciudad de Buenos Aires, era su primer viaje a la gran capital. Estado allí de repente le dan unas ganas tremendas de ir al baño, como no conocía nada y la urgencia era inmediata solo se le ocurre entrar en un zaguán oscuro y hacer sus necesidades dentro de una bolsa. Ahora vemos al paisano buscando donde tirar los esfuerzos de su tripa, cuando sin querer se mete en un tumulto. Un líder político de la oposición estaba arengando al pueblo sobre la permisividad del actual gobierno sobre el enriquecimiento ilícito a través del engaño en pesos y medidas. Tenía montado una plataforma con una balanza y gritaba a todos: ¡En mi gobierno no permitiré este robo tan descarado....! ¿Usted que compró señora? y le arranca a una viejita la bolsa de la mano y la pone en la balanza...
- Un kilo de carne....- alcanza a decir la señora.
- ¡700 gramos!,¡700 gramos! ¿Lo ven?, le han robado, le han robado!!. Claro que al decir todo eso sacudía la bolsa de un lado a otro con su mano en alto para que todo el mundo lo viera..
¿Y usted, qué compró?, y ¡Zas! le arranca la bolsa de la mano al paisano.
- ¡600 gramos! ¿lo ven? ¡600 gramos! lo ha robado. en mi gobierno no permitiré esto....Pero como sacudía la bolsa para que todos se enteraran...........pues.........no vean, se llenó todo de porquería, el líder, sus seguidores y todos los espectadores allí presente...el olor no se aguantaba.
Al paisano casi lo matan, pobre. Se va a su pueblo todo magullado. Se encuentra con otro paisano que al verlo en ese estado le dice:
- Ché, mirá como venís, ¿qué te ha pasó?...
Y dice el pobre paisano:
- Calláte ché, allá en la ciudad están todos locos, si no cagás un kilo te matan.
Jajajaja.