Esta es la Historia verídica de un famosísimo chef de cocina que un buen día notó que estaba engordando demasiado, perdiendo pelo, notando alarmado que no se le antojaban tanto los revolcones con las damas y, lo que era peor,
que sus pectorales se estaban pareciendo
Alarmado corrió a ver a su doctor,
que le preguntó para empezar
-¿Qué está comiendo?
¿Cuál es su platillo favorito?
El chef contestó que su debilidad eran los pescuezos de pollo; que todos los días se devoraba por lo menos una docena, o más, pues ya se sabe que al pescuezo de pollo no se le come mucho que digamos. Siguieron los consabidos análisis de todo, pero no encontraba el médico qué estaba causando la
afeminización del chef.
Finalmente se le ocurrió analizar los pescuezos de pollo, y ahí encontraron la causa los mentados pescuezos provenían de pollos tratados con hormonas sintéticas. La investigación encontró que las hormonas NO son metabolizadas por el hígado del animal y permanecen en la carne, una vez sacrificados. Y que lo mismo ocurre en vacas, reses cerdos, conejos y demás animales así tratados.
EL EMPLEO DE HORMONAS
Y ANTIBIÓTICOS PARA QUE
LAS VACAS PRODUZCAN
MÁS CARNE Y MÁS LECHE,
PRÁCTICA COMÚN EN
MUCHÍSIMOS PAÍSES, Y
EXTENSIVA A CERDOS.
POLLOS Y DEMÁS. ESTÁ
PROVOCANDO UNA
ALARMANTE Y CRECIENTE
PRODUCCIÓN DE
HOMOSEXUALES DE
ÚLTIMA HORA ENTRE LOS
DOS SEXOS
Al consumir la carne de los animales tratados con hormonas, se producen en el consumidor atrofia de hígado y riñones, excesiva retención de agua, mucho busto, reducción en la líbido, impotencia y esterilidad y de pilón, caída del pelo y del vello masculino. El cliente se afeminiza.
En el caso del cocinero el proceso fue muy rápido, pues las hormonas se concentran en más cantidad en el pescuezo de los pollos.
Los ANTIBIÓTICOS por su parte, causan parálisis nerviosa. daños renales, anemia aplástica, perturbaciones hepáticas, sordera y una colección de alergias. Es decir, lo mismo que les está pasando a los pobres animales, se les repite a los pobres consumidores.
|