Siente la frescura del aire al tocar tu rostro y respira profundo…
Que la luz del día entibie tu alma cansada y sufrida… Tómate el segundo para alzar tus ojos y mirar al cielo.
Conviértete en ave y emprende aquel vuelo, el que detuviste al caer enfermo…
Que las fuerzas surgen cuando los deseos van acompañados de floridos sueños…
Quítate ese peso que llevas al hombro, no lo des a nadie, déjalo en el suelo…
Y atrévete entonces a entender por qué cuando estoy callada me acuerdo de ti…
Camina descalzo… abrázate a un árbol… y siente la vida recorrerte adentro; toma como ejemplo majestuosa sombra, refugio de seres… descanso en las horas…
Porque ha sido clara tu misión mi vida… has llegado aquí a alegrar mis días…
No importa el tiempo que pasemos juntos “más vale un segundo contigo a tu lado que una eternidad sin haberte conocido…”
Calidad de amarnos en toda simpleza… Calidad de verte aunque haya tinieblas…
De saber que siempre y a pesar de todo en las horas malas también vamos juntos…
Que tus manos nunca soltarán las mías, que las mías nunca soltarán las tuyas…
Que mis ojos siempre te dirán te quiero que los tuyos nunca dejarán mi cielo…
Que mi voz serena cantará tu nombre, que tu nombre siempre será mi consuelo…
Y si no te tengo… porque Dios te lleva aguárdame vida… que es corta la espera…