Resulta que una mamá tenía un hijo que veía se le estaba descarriando: - Me vas a matar a disgustos- le decía a cada rato. Un dia fue a hablar con el párroco del pueblo quien accedió a que le mandara el muchacho a la iglesia. Así lo hizo y allí estuvo el muchacho un tiempo perdido de las amistades que frecuentaba.
Un día que salió se encontró con uno de esos amigos especiales que usan un lenguaje propio del arrabal.
- ¡Chicoooooooo! ¿Dónde estabas metido que no se te vió la jeta?
- En la iglesia.
- ¿Cómooooooooooooooooooo? En una iglesia?
- ¡Sí! y no te creas, se pasa bien. Te cuentan unas historias...... Mira, resulta que había un general llamado Moisés, que saca a su ejército de Egipto y los conduce al desierto. Con él iba su lugarteniente, uno llamado Aarón. Los egipcios con todas sus armas los perseguían. Aarón le dice al general:
- Moisés, que la tropa enemiga nos está dando alcance.
- No te preocupes, pondremos minas.
En eso que se ven con el paso cortado por el Mar Rojo:
- ¡Moisés!, dice Aarón, aquí la fregamos.
- No te preocupes Aarón...
- ¡Ingenieros! Construyan un puente.
- ¡Zapadores! a trabajar, formen barricadas.
- ¡Artificieros! dinamiten el puente.
Y no veas, pasaron los judíos por el puente al otro lado del mar Rojo, y cuando los egipcios le estaban pisando los talones dice Moisés:
- ¡Detonación!
Y el puente que salta por el aire con todos los egicpios encima. No veas, se formó la de san quintín, cuerpos por el aire, miembros regados........
- ¡Espera, espera! le interrumpe el amigo, ¿tú te crees todo eso?
- Ay mi hermano, jaja, pues si te lo cuento como me lo contaron....