Cuando la esposa de él tocó la puerta de la casa de ella, supo que ya sabía.
Varios
años de relación hasta que ella se enteró que él era casado ... cada
mentira que él dijo disimulando lo indisimulable de su doble vida no
parecía despertar sospechas en ella.
¿No tuvo suficientes signos para darse cuenta en esos años?.
¿Qué hizo que ella desoyera las evidencias?.
La
verdad y la mentira son conceptos de los que se han ocupado diversas
disciplinas, por lo tanto -como conceptos, especulaciones de la
palabra- incontrastables más que a nivel simbólico .... pero esto no
siempre es así.
Cuando te dieron un billete falso o la copia apócrifa de una obra de
arte, cuando te estafan, no alcanza con pensar que "nada es verdad ni
mentira, todo es según el color del cristal con que se mira".
El
varón que cuenta proezas sexuales frente a sus congéneres, la madre que
inventa resultados escolares exitosos de sus hijos, quien dice ocupar
un cargo jerárquico que no ostenta... el político que promete en
campaña lo que sabe que nunca cumplirá... tantos modos como pueda uno
imaginarse adquiere la inseguridad y la desconfianza en la propia
capacidad de ser aceptados tal como somos.
• Causar una impresión favorable al otro es una saludable necesidad
humana, directamente relacionada con la supervivencia desde nuestro
nacimiento.
• Mentir sistemáticamente para sentir y engañar al otro de que se lo alcanza, una patología que causa profundo daño enrededor.
Llevados
por la inseguridad y desconfianza en su capacidad de ser aceptados tal
como son, o por un afán de controlar al otro de modo de generar una
satisfacción permanente para sí mismo, algunas personas adornan
sistemáticamente su historia, habilidades y aptitudes, en el mejor de
los casos al sólo fin de causar una impresión favorable, pero también
como un modo de controlar al otro a efectos de que no sólo crea, sino
que haga y actúe tal como el mentiroso lo desea.
Existen
personas que utilizan la mentira como un recurso sencillo y económico
de sentirse importantes, "salirse con la suya" o evitar una situación
molesta, que no necesita de gran esfuerzo. Esos por lo general son
puestos al descubierto y acusan recibo de la situación, sintiendo culpa
y arrepentimiento por su acción (situación típica en la adolescencia,
por ejemplo).
Pero
los hay más "peligrosos". Son mentirosos sistemáticos que generan
concenso en sus mentiras ... llegando al límite de cinismo, negando lo
evidente y creando confusión en sus "víctimas" y hasta creyéndose
ello/as mismo/as sus fantasiosas creaciones.
El mentiroso sistemático lleva un control riguroso sobre su mentira,
concatena un relato con otro de modo que vayan todos cerrando, creando
versiones según la realidad pudiera dejar en evidencia sus invenciones.
Porque el objetivo de la mentira no es ella misma, sino tener bajo
control al otro que le pueda ser adverso a unos fines que no siempre
quedan muy en claro.
La mentira sistemática se trata de una perturbación del carácter que
puede no presentar ningún otro signo más que este, apareciendo la
persona como absolutamente normal y adaptada en el resto de aspectos de
su vida. La convicción sobre la mentira es uno de los signos más
notables, teniendo esta la finalidad de una satisfacción propia
(narcisista), más que el comportamiento que engendra esa convicción.
Es
por eso que enfrentar al mentiroso sistemático con su mentira, de poco
y nada servirá. Su estructura psíquica "no le permite" ver caer esa
realidad que él inventa, por lo que negará toda evidencia.
• La estafa -económica o moral- y el fraude, son los modos jurídicos de la mentira sistemática.
• La simulación y la disimulación los modos en los que se encuentran en la vida cotidiana.
El mentiroso sistemático (conocido como mitómano) "reinventa" una
identidad -un origen propio según su deseo- a partir de este mecanismo.
Sino
fuera por esta fantasía que arma, su ser se derrumbaría en la realidad;
lo que nos habla de serios desajustes en su psiquismo profundo. Bueno
es aclararlo a esta altura : no se trata de "un loco", la mentira del
mitómano no es un delirio, es una fantasía que él construye y termina
creyéndola... pero sabe que es mentira.
Por eso -porque es una manipulación de la realidad en propio beneficio-
la mitomanía es una psicopatía. Un modo "mentiroso" de estar en el
mundo.
Para
que esto tenga efectos en la realidad que él y los otros viven, es
necesario que haya un otro que lo necesite al mitómano como ese
"alguien" por él fantaseado. Un otro que "necesite" que él le dé un
propio contenido, mostrando un sí mismo "potable" a su deseo.
La vida junto a un/a mentiroso/a sistemático/a puede transformarse en
un infierno. Alquien para quien la palabra no modifica su realidad, es
alguien altamente peligroso en la convivencia y el intercambio.
De
él/ella no puede esperarse un cambio en su conducta, esta tiene un
carácter inconsciente, integrada a su personalidad toda, y significa el
reaseguro para no caer en una debacle. Irlo "encerrando" con evidencias
sólo lo/a llevará a una carrera enloquecida hasta lo delirante, con tal
de no ver caer su construcción fantasiosa.
Será el otro el que tenga que reconocer las "evidencias" y actuar en consecuencia. O enfermar.
Por María Adela Mondelli: