Hoy cuando abrí mi ropero no sabía como vestirme, quise verme muy bonita y busqué entre mi ropita lo que pudiera lucirme
tengo un vestido que quiero porque es de risas y canto, cuando me lo pongo río y no sufro desencantos.
Tengo una blusa dorada bordada con ilusiones llena de palabras dulces, . y amistad en los botones . Saco, con mangas de esfuerzo y de una gran calidad, con las solapas de esmero. educación y verdad.
buenos modales cosidos a mis nuevos pantalones… porque hay otros de rencores, y de envidias y traiciones . Los mantengo siempre ocultos en un oscuro rincón, esos jamás me los pongo ni les doy mucha atención.
Me encontré con un vestido verde como la esperanza, mi vestido de optimismo, de perdón y de confianza,
no tiene ninguna pena ni envidia ni falsedad… mi vestido consentido me lo pondré una vez mas, porque sé que si lo visto ¡me dará felicidad!