Pensamiento del 14/10/2009.
"Mientras el espíritu no penetre en la materia para animarla, la
materia es inerte, informe. El espíritu puede ser simbolizado
por un punto, y la materia por un círculo alrededor del punto.
Esta figura del círculo y del punto central, ha sido colocada en
todas partes por la Inteligencia cósmica: en la fruta o en la
pulpa que envuelve el hueso o las pepitas, en los ojos, en
ciertas partes del cuerpo del hombre y de la mujer; corresponde
incluso a la estructura de la célula, del átomo y del sistema
solar... Por todas partes veréis este símbolo. Toda la vida,
toda la creación están en este símbolo: un círculo en el centro
del cual el punto, el Espíritu cósmico, vivifica el universo.
Los Iniciados, que comprendieron el poder de este símbolo, sólo
piden poseer este punto ellos mismos: el espíritu. Y también
todos nosotros somos círculos que debemos buscar este punto
central: el Espíritu Santo. Mientras seamos un círculo sin
punto, viviremos en el desorden, el vacío y el caos. Pero el día
que este punto, el Espíritu, venga a instalarse en nosotros para
animarnos e iluminarnos, viviremos en la plenitud y nos
convertiremos en creadores."
Omraam Mikhaël Aïvanhov