Un equipo de científicos austriacos, liderado por el conocido físico
Anton Zeilinger, ha batido un nuevo récord al conseguir transferir
fotones entrelazados entre las islas españolas de La Palma y Tenerife,
a 144 kilómetros de distancia, sin ningún tipo de conexión.
Así lo informó este lunes la televisión pública austriaca ORF,
destacando que el "teletransporte" se efectuó "simplemente a través
del aire".
Según los científicos, el experimento supone un importante paso
adelante para la criptografía cuántica a través de satélite.
El fenómeno de la física cuántica se basa en que dos partículas
entrelazadas, es decir, que comparten el mismo estado cuántico,
mantienen su vínculo mutuo a cualquier distancia.
Los experimentos de Zeilinger se basan en el fenómeno de los "fotones
cruzados", descrito por el premio Nobel Albert Einstein por su "efecto
fantasmagórico a distancia".
Zeilinger y su equipo de la Universidad de Viena llevan años
trabajando en este campo con resultados innovadores que, entre otros,
pueden aplicarse a la codificación de mensajes totalmente resistentes
a cualquier intento de descifrado.
Con ello, se permitiría la transmisión de datos segura, ya que
cualquier interferencia para leer el código tendría un impacto
inmediato en todo el sistema.
En 1997 Zeilinger fue el primero en demostrar el teletransporte
cuántico en Viena, entre las dos orillas del río Danubio y, a partir
de entonces, fue aumentando el número de fotones entrelazados y la
distancia cubierta.
Ya en 2007, Zeilinger había demostrado que es posible enviar fotones
entrelazados entre La Palma y Tenerife, pero entonces sólo se envío un
fotón, mientras la partícula compañera quedó en La Palma.
Ahora, el equipo de científicos del Instituto de Óptica Cuántica e
Información Cuántica (IQOQI) de la Academia Austríaca de las Ciencias
(öAW) y de la Facultad de Física de la Universidad de Viena logró
enviar a ambos fotones entre las islas.
Ahora, el sexagenario y renombrado profesor sueña con usar satélites
para desarrollar la criptografía cuántica.
En ese sentido, el siguiente objetivo es emplear la Estación Espacial
Internacional (ISS) como laboratorio desde el que teletransportar
fotones.
Aunque los 144 kilómetros entre las dos islas es una distancia menor a
la altura en la que se encuentra la ISS, los científicos creen estar
muy cerca de poder lograr su objetivo porque la densidad de las
moléculas de la atmósfera se reduce considerablemente con la altura.