Reconocimiento y agradecimiento a la amistad “virtual”…
Hoy… como en todo momento, doy gracias a Dios por haberme dado la vida…
Pero hoy, también doy gracias a la mente humana por haber creado el Internet…
También
doy gracias a cada uno de los seres que de una u otra forma han
correspondido a mis envíos, considérense buenos, malos o simplemente
nimios.
…
Aún recuerdo cuando ingresé en este maravilloso mundo, en forma ingenua
y tímida, buscando conversar con personas “del otro lado”, efusivamente
me inscribí en el famoso messenger sin saber de las bondades del correo
cibernético…
Busqué
aquí, allá y acullá… cuando ¡Oh!!! Tres veces ¡Oh!!! maravilla… alguien
respondió a mi llamado… ¡ay!!! Recuerdo mucho cómo me arraigué a ese
nuevo ser…
Así empecé a conocer lo que es vivir virtualmente…
Tras
esos pininos, fui conociendo personas y personas, es decir de todo un
poco, por lo que acudiendo casi inconscientemente a mi forma de ser,
fui formando mi personalidad cibernética por su propio peso y me aboqué
a tratar de no perder contactos que fui encontrando y a darles su valor…
Así
y asá… tropezando y caminando, sin querer formé un “mundo” mío en el
que logré hallar correspondencia a querencias, pensamientos, sentires,
anhelos, ilusiones, quimeras, etc., etc., etc., que vertía…
Hermosos
momentos… singulares estados e inolvidables emociones que guardo como
lo que son… un tesoro… en lo más profundo de mi alma.
Así,
siendo consecuente con mi forma de ser, y tratando de agradecer a ese
gigantescamente maravilloso mundo encontrado me permití dar un perfil
singular a mis envíos…
Volqué
mi deseo perenne de transmitir cuitas, sentimientos, pensamientos,
bromas, entre otras muchas cosas que manifestasen reflexiones,
meditaciones, consideraciones, cavilaciones y cosas parecidas.
No
soy yo quien debe calificar si ha sido bueno o malo, pero, sí puedo
asegurar que esta decisión me ha fortalecido personalmente como también
me ha dado muchas satisfacciones, porque he conocido personas hasta del
otro lado del mundo que han demostrado un sentido humano más allá de lo
que uno puede concebir.
Pasó
el tiempo… y en este entorno, volcando mis pensamientos y deseos de
manera personal, busqué aquilatar el medio que me permitía comunicarme,
valorando sus bondades y enalteciendo también a las personas que hacían
eco de mis envíos…
Así
las cosas, caramba, me fui sintiendo parte del “universo” que había
creado, volcando mis pensamientos en los temas a tratar en mi siguiente
envío y buscando puntualizar aquellos otros que merecían atención
personal… ¡Ay!!! Qué deliciosos momentos… la sangre discurría no solo
por mis venas sino que la sentía latir en mi alma… en mi espíritu
entero…
Simplemente… estaba… vivo…
Por
supuesto que no descuidé mis quehaceres cotidianos ni los que
demandaban mi atención laboral… todo lo contrario… me arraigué con
fruición en el deseo de compartir internamente (dentro de mí) ambos
mundos y hacer latir allá… en el punto más cercano al infinito una
felicidad inconmensurable…
Dime… dime… no es un extremo de la locura fulgurosa el encontrar felicidad en ese estado de vivencia?
Pero
bueno… en este estado… nunca reparé en que este mundo oscilaba en el
péndulo de mi afecto, ya que nunca guardaba en otro lugar que no fuese
en el soporte físico por el que accedía a dicho mundo… mis ordenadores…
Como
en este bendito mundo real hay de todo, pues un buen día los amantes de
lo ajeno se hicieron presentes y ¡zaz!!! Balabarrino… hicieron mella en
mi corazón y en mi alma, dejándome intonso y haciéndome sentir náufrago
en el espacio.
El
resto… ya es conocido, entre mis decisiones rápidas, una fue la de
enviar un SOS pidiendo ayuda… llamada de auxilio que tuvo eco bondadoso
de manera muy, pero muy especial, ya que logré recuperar parte de mis
archivos faltando ahora ordenarlos y ubicarlos en el lugar
correspondiente…
Dime
entonces… no sería yo ingrato si es que hoy… como puede ser cualquier
momento especial… no elevase mis gracias al universo entero así como a
cada uno de quienes coadyuvaron en mi deseo de volver a tener mi banco
de datos, ya sea con una palabra de aliento o alcanzándome lo que un
día con mucho amor yo envié, culmen de mis inspiraciones, pensamientos,
etc.?
¡Ay! He visto aquí mucho más de lo que pudiese haber visto en dos o más vidas reales…
He sentido aquí en un día más de lo que he sentido en un año o, tal vez, lo que hubiese sentido en toda una vida…
Y,
lo más importante… he llegado a tener aquí verdaderos amigos… amigos a
quienes nunca he visto el rostro frente a frente, pero que han dejado
sentir su corazón tan fuerte que han dejado su impronta tan fuerte como
para nunca olvidarles…
Entonces…
dime… si este no es un estado de locura… puedo dar con vehemencia
latente un ¡GRACIAS!!! cuya repercusión llegue hasta lo más recóndito
del universo, para que alguna inquieta estrellita, algún día pueda
llevar en eco sinuoso a algún otro lado lo hermoso que es este mundo
llamado internet?
Sí…
hoy me toca dar gracias…. Gracias a Dios por haberme dado la vida…
gracias a la vida por haberme permitido sentir correr la sangre por mis
venas… venas no sólo materiales sino también virtuales… gracias a ti…
por estar ahí…
En otras palabras…
¡GRACIAS POR EXISTIR!!!