Pensamiento del 20/11/2009.
"El agua, debido a su gran poder de absorción, se carga de
impurezas al circular por la tierra o en el aire. Pero la
naturaleza también ha previsto algunos procesos mediante los que
puede ser aclarada. Estos procesos son de dos clases. Con el
primero, el agua se filtra dentro de la tierra; ahí, en la
oscuridad, atraviesa diversas capas, y deja sus impurezas a su
paso. Así, poco a poco, se vuelve clara y cristalina, y un día
brota en algún lugar como agua de manantial. En el segundo caso,
el agua calentada por los rayos del sol, se vuelve ligera y se
eleva por la atmósfera en forma de vapor, y se purifica con su
misma evaporación; más tarde vuelve a caer sobre la tierra en
forma de rocío o de lluvia aportando vida a la vegetación.
Para los humanos existen también dos métodos de purificación.
Aquellos que no quieren purificarse con los rayos del sol
espiritual, el espíritu, deben, simbólicamente hablando, bajar
bajo tierra, pasar por lugares oscuros, es decir por
dificultades y sufrimientos, y padecer fuertes presiones. Los
verdaderos discípulos eligen el primer método; se exponen a los
rayos del espíritu, se elevan y absorben los elementos más
luminosos que les purifican."
Omraam Mikhaël Aïvanhov