Pensamiento del 02/12/2009.
"¡Qué espectáculo más conmovedor ver los esfuerzos que hace un
niño pequeño que aprende a caminar! Vacila, se cae, se vuelve a
levantar, se vuelve a caer, pero siempre se vuelve a levantar...
Mientras que un anciano, cuando se cae, se ve obligado a esperar
a que le ayuden a levantarse; y cuando le han levantado, a veces
hay que llevarle al hospital.
¿Qué lección podemos aprender de estos dos ejemplos? El niño y
el anciano son símbolos de las dos actitudes que puede adoptar
el hombre en el comportamiento de su vida. ¡Cuántas personas,
que decidieron trabajar sobre ellos mismos para mejorar se
detienen ante el primer fracaso, a la primera caída, diciendo:
«Se acabó, no lo intentaré una segunda vez.» Pues bien, en su
carácter, en su alma, sus pensamientos y sus sentimientos, esta
clase de personas son viejas; no entrarán en el Reino de Dios,
porque el Reino de Dios es para los niños. Jesús lo dijo: «Si no
os volvéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.»
Vale la pena hacer miles de intentos, si es necesario, y por muy
duras que sean las caídas, volver a levantarse para continuar
avanzando."
Omraam Mikhaël Aïvanhov