SIETE PASOS PARA EL PERDÓN
1.- Sea realista y comprenda que la naturaleza humana
está muy corrupta por el pecado y que los verdugos
también son víctimas.
Muchas veces no sabemos cómo luchar contra
nuestros primitivismos: esos instintos no moldeados
que a veces florecen y hacen daño.
Pero pensemos que otras veces fuimos nosotros
los que hicimos daño.
Es el mundo en que vivimos y debemos efectuar
la operación de
"BORRÓN Y CUENTA NUEVA".
2.- Cuando le ofendan, sea muy fuerte.
En este mundo el débil la pasa muy mal.
¿Sabía usted que cuando a uno le ofenden, es uno
mismo el que permite que la ofensa llegue a lo más
profundo del alma?
Si usted quiere, la ofensa quedará en la periferia
de su ser.
No esté rumiando su resentimiento y golpeando
su auto-imagen. Sea muy fuerte y olvide.
3.- Analice si en lo que le han dicho hay algo de cierto.
Muchas veces nuestras grandes verdades vienen
de quienes dicen ser nuestros enemigos.
Algunos de ellos se hacen "especialistas"
en encontrar nuestros defectos y sin ningún reparo
nos lanzan nuestras fallas.
Y, a veces, tienen mucha razón.
4.- Una prueba de amor es orar y bendecir a
quien nos ha hecho daño.
Bombardéelo a fuerza de oración.
Así él no le hará daño y usted será santo gracias a él.
Vea también lo positivo que tiene esa persona,
sus cualidades, su parte buena.
AME A PESAR DE TODO,
COMO LO HACE DIOS CON NOSOTROS.
5.- ¡Olvide! Entierre eso ya.
No esté comentando con todo el mundo lo que
le hicieron.
Jesús nos enseñó un camino maravilloso:
perdonar y olvidar enteramente lo malo.
Él nunca tuvo resentimientos.
¿Quiere conservar su paz y su salud mental,
el amor en su corazón?
En verdad, ¿quiere amarse?
Olvide, tenga muy mala memoria.
6.- Usted tiene derecho a defender su dignidad,
a hablar con la persona y aclarar las circunstancias,
pedirle una explicación sin alterarse.
Pero no caiga en la grosería.
7.- Ore al Señor.
Pídale protección a Dios cuando el rencor venga
a su mente. Jesús sana su corazón herido.
Pídale que la sangre de Cristo limpie su corazón
como si esto fuera una infección.
Construya una barrera interior que rechace el pecado.
Ore por su enemigo y... olvide para siempre.
A/D
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