Pensamiento del 10/12/2009.
"El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo forman lo que los
cristianos llaman la Santísima Trinidad. Ningún principio
femenino se menciona por lo tanto en ella. Sin embargo, no
podemos dejar de plantearnos esta cuestión. Cuándo oímos
enumerar, el Padre, el Hijo... que son unos términos que evocan
a la familia, ¿cómo no sorprendernos que el tercer miembro de
esta familia sea el Espíritu Santo? ¿Y qué clase de familia es
ésta en la que falta la madre? Los cabalistas, por su parte,
tienen razón cuando enseñan que Dios tiene una esposa, Shekinah.
Los cristianos deben ahora reflexionar y aceptar la existencia
de este principio cósmico que es la parte femenina del Principio
creador. El Ser que llamamos Dios y que el cristianismo
representa como poder masculino es en realidad masculino y
femenino. Para que exista creación, es necesario que haya
polarización, es decir la presencia de un principio masculino
pero también de un principio femenino. Para manifestarse, Dios
debe ser a la vez masculino y femenino. Esto es lo que se
enseñaba en las Iniciaciones órficas: «Dios es macho y hembra.»"
Omraam Mikhaël Aïvanhov