En
Jujuy se respira el tibio perfume de la NAVIDAD. el pesebre,
representación tangible de la celebración, se ha transformado en el
escenario propicio para la renovación de la fe y la veneración del NIÑO
DIOS bajo contextos clturales propios. No es para menos. El nacimiento
divino, ha sido para todos, sin excepción.En tales circunstancias, el
pesebre coya ha cobrado en los últimos tiempos dimensiones
inimaginables en Jujuy. Exposiciones en la Casa de Gobierno, Iglesia
San Francisco, Escuelas de nivel primario, y Catedral Basílica marcan
el interés creciente por representar, bajo una mirada estrictamente
local, la escena del nacimiento en la PUNA. Frente a tamaño desafío,
los artistas dan vía libre a su imaginación e incorporan con intensidad
el folklore popular. Fiestas paganas, carnavalitos y comidas regionales
no faltan el pesebre norteño. El concepto es, detalles más detalles,
prácticamente igual: El Niño Dios sonríe frente a sus padres coyas y
descubre un mundo particular, un mundo de cerros de colores, llamas,
tejidos y clima seco. La gente siente el nacimiento en casa y la
cercanía del acontecimiento divino.Quizás por ello, la imagen adquiere
con el paso de los años mayor significación social, situación impensada
tiempo atrás cuando el pesebre era dominado pòr las imágenes
tradicionales y mayormente alejadas de la cotidianidad provinciana. En
el ingreso a la Casa de Gobierno, la situación resulta semejante: El
mundo coya con las manos abiertas para recibir al Niño Jesús. Es más,
pequeñas maquetas de paisajes locales fortalecen el valor de lo propio
y reven la trascendencia de la Quebrada, de su gente.
La
exposición que se lleva a cabo en la Iglesia San Francisco hasta el 27
de Diciembre es otro claro ejemplo del predominio e interés por lo
nuestro. 54 pesebres y 15 artistas resumen la pluralidad que existe en
la interpretación y dejan muestas claras de que DIOS está donde la
gente quiere observarlo, sentirlo.
Como
si fuera poco, también se exponen representaciones de todo el
mundo.Pesebres de México, Brasil, Bolivia y un número importante de
países europeos se prestan a la variedad y ratifican el espíritu de la
celebración.
La
interpretación particular y cultural sobre la Navidad y el mensaje que
deja el NACIMIENTO DIVINO están allí a la luz de los ojos, a la luz de
cada experiencia.
Una
característica de la celebración es la bendición de las aguas de los
ríos, cantos y oraciones solemnes, ayuno y la adoración al NIÑO de
chicos y mayores, en realidad de toda la familia jujeña.
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