En una vida
tan agitada como la que se nos exige, con las idas y venidas, el
trabajo, la familia y el estrés, dejamos de lado una buena alimentación
y muchas veces comemos rápido y mal, con las consecuencias negativas
que esto acarrea para nuestra salud. Un reflejo de ello es que cada vez
son más las personas que sufren algún tipo de dolencia estomacal, como
la gastritis, que van unidas al estilo de vida y que repercuten
notablemente tanto en nuestro bienestar físico como mental. Por ello,
es muy importante mantener una dieta equilibrada para evitar enfermar y
no sólo esperar a que se manifiesten los síntomas.
Concretamente, la gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago, una enfermedad muy frecuente
que en la mayoría de los casos se manifiesta tras una comida muy
copiosa o inusualmente fuerte, o por la ingesta de alimentos en mal
estado, que pueden producirnos una infección. En ocasiones, también
aparece por la toma de cierto tipo de medicamentos que pueden dañar
nuestro estómago, como las aspirinas, e incluso hacer de la gastritis
un trastorno crónico.
Síntomas y tratamiento
Todos hemos sentido alguna vez dolor en el vientre después de comer, pero si éste viene acompañado de náuseas o vómitos,
deberemos plantearnos que posiblemente hayamos enfermado. La gastritis,
además, se caracteriza por una pesadez de estómago, pérdida del
apetito, acidez, ardor en la boca del estómago o gases. Sin duda, los
síntomas son muy llamativos, por lo que su diagnóstico no es muy
complicado. No obstante, cuando se convierte en crónica, es posible que
interpretemos erróneamente que es algo normal, porque las señales serán
menos intensas, aunque no por ello menos graves para nuestra salud.
Una vida saludable, con unos buenos hábitos alimenticios e intentando huir de los aspectos más estresantes del día a día,
es el mejor tratamiento de choque para evitar que este tipo de
trastornos hagan mella en nuestro organismo. Pero desafortunadamente,
es prácticamente imposible controlar que todo lo que comemos esté en
buen estado, por no decir lo difícil que es resistirse a ciertos
manjares, aunque sepamos que pueden hacernos daño. Por eso, es
importante tener en mente unas directrices básicas y muy sencillas a
seguir si creemos estar enfermos. Cuando los síntomas sean muy
agresivos lo mejor es acudir a un médico.
Si tenemos indicios de que podemos estar padeciendo gastritis, lo
primero que hay que tener en cuenta es que deberemos seguir una dieta específica para tratar el problema, o incluso ayunar,
puesto que el estómago se encuentra muy irritado y es aconsejable dejar
que descanse. Las primeras 24 horas son críticas y nuestro organismo
sólo admitirá líquidos como agua con limón o un consomé casero. En las
jornadas sucesivas se irán introduciendo alimentos sólidos como arroz
hervido, pescado blanco, yogur o puré de manzanas o patatas.
Normalmente a los tres días empezaremos a sentirnos mejor y podremos
volver a nuestra alimentación habitual.
Más vale prevenir
Efectivamente, lo
mejor es hacer valer el dicho popular y adecuar nuestra alimentación
para hacerla más saludable. Aunque hay personas más sensibles que
otras, es esencial mantener una dieta equilibrada, es decir, una nutrición básica ha de de ser lo más variada posible en sus ingredientes y debemos intentar distribuir su ingesta a lo largo del día, a ser posible en cuatro o cinco comidas no muy copiosas.
Hartos estamos ya de que nos digan que el café, el alcohol, las bebidas gaseosas y el tabaco no son buenos aliados de nuestra salud,
así que ya va siendo hora de que tomemos nota y tratemos de reducir su
uso. Pero también hay alimentos que es mejor evitar como los fritos y
los picantes y otros de los que es mejor no abusar como los demasiado
salados, azucarados o especiados, así como tener en cuenta que para
mantenernos en buena forma es fundamental ahorrarnos las comidas
pesadas, sobre todo, a la hora de la cena.
La fibra
es un componente que está de moda y que afortunadamente ahora podemos
encontrar no sólo en cereales, fruta o verdura, sino en productos mucho
más populares como yogures o zumos, que facilitarán su ingesta. Expertos nutricionistas aconsejan tomar al menos una fuente de fibra por comida, lo que ayudará notablemente a nuestras digestiones y a que nuestro estómago no se resienta.
Remedios caseros
Aunque no por ello haya que dejar de contar con la ayuda de especialistas, la medicina natural propone grandes soluciones
para problemas que atañen a nuestro organismo. No siempre es
imprescindible acudir a los fármacos para curar una dolencia y prueba
de ello son las plantas terapéuticas y otros remedios provenientes
única y exclusivamente de la naturaleza.
Según los fitoterapeutas, quienes se encargan del estudio de las
propiedades curativas de las plantas, en la gastritis nos pueden ayudar
mucho especies aromáticas como el regaliz, la hierbaluisa, la raíz de malvavisco, la menta y el llantén,
que favorecerán la digestión y protegerán nuestro cuerpo de posibles
infecciones. Para las gastritis crónicas se recomiendan la manzanilla
amarga, el anís verde, la melisa y la corteza de naranja amarga. El aloe vera
es otro de las vegetales milagrosos y no sólo para la piel, pues
afirman que tomar un poco mezclado con agua antes de cada comida supone
una defensa para