Pensamiento del 23/12/2009.
"Las fiestas cristianas no son más, para la mayoría de personas,
que la supervivencia, bajo una u otra forma y con otro
significado, de antiguas fiestas paganas. Cuando se aproximan,
se organizan los festejos: se abastecen de vituallas, se
preparan decorados, nuevos vestidos o incluso disfraces.
Pero un espiritualista ve en la fiesta algo completamente
distinto a una ocasión para comer, beber, cambiarse de ropa y
divertirse. Se esfuerza en buscar en las regiones sutiles
energías que regenerarán o vivificarán su corazón y su alma. Y
sabe también que en esta atmósfera de intercambios alegres y
benéficos, las entidades luminosas acuden a tomar elementos que
utilizarán posteriormente para proseguir su trabajo a través del
mundo. Si queréis ayudarles en este trabajo, confiadles vuestra
alegría, toda esta riqueza espiritual que os proporciona una
fiesta, para que otros se beneficien. Entonces, esta alegría y
esta riqueza retornarán hasta vosotros aun más amplificadas."
Omraam Mikhaël Aïvanhov