Doce campanadas, doce puñaladas

 

 

 

José Salguero Duarte

Jueves 07-01-2010

El Faro Información

 

http://salgueroduarte.artelista.com/

 

 

A pesar de la situación tan decadente y crítica que atraviesa España en todos los órdenes, gran parte de la sociedad aparenta estar al margen de lo que ocurre, sin preocuparle lo más mínimo de la que se nos avecina. Por el contrario si sufre mucho y hasta bufa con apasionamiento si al Barça o al Madrid le pitan un penalti dudoso.

 

No seré yo el que brinde por un triunfo futbolero, porque brindar no brindo ni para recibir al año nuevo. Porque las campanadas que más me interesan por lo que me provocan, son entre otras las que cito en mí poema titulado Doce campanadas doce puñaladas, y que publiqué en el poemario Setenta y cinco lunas, siendo las siguientes:

 

1ª-No a la explotación y abusos de menores. 2ª-No al terrorismo de diferentes signos. 3ª-No a la cultura del pelotazo. 4ª-No a las agresiones y malos tratos a mujeres. 5ª-No a la tiranía política. 6ª-No a los atentados contra el Medio Ambiente. 7ª-No a los sin techos y sin trabajo. 8ª-No más muertes en El Estrecho. 9ª-No a la injusta distribución de la riqueza. 10ª-No a los paraísos fiscales. 11ª-No a la mala aplicación de las leyes. 12ª-No a la represión contra la libertad de expresión.

 

Por consiguiente, es evidente que comencé el nuevo año a mi ritmo y no con el que marca la política y el capitalismo para las masas. Pero el martes pasado me llegó al alma la bendita inocencia de los más pequeños algecireños con el tradicional arrastre de latas, haciendo ruidos para despertar a los Reyes Magos, para que no se olviden de dejar los regalos de reyes en Algeciras.

 

 Ese ruido desearía yo que lo hiciera la pasiva sociedad adulta, porque con la que está cayendo no es consciente del peligroso corralito que nos acecha. Porque las estadísticas del desempleo anual acaban de salir publicadas y esta sociedad ni se inmuta.

 

A mí sin embargo, se me abrió en canal los sentidos cuando escuché y leí, que el Zapatero remendón del Mr. Bean que mal gobierna a España, ha dejado como regalo de reyes en España, cuatro millones de parados y otra gran cantidad más sin contabilizar, habiéndose incrementado el paro en unas ochocientas mil personas en el dos mil nueve.

 

            Pero no se alarmen ustedes y sigan pendiente del fútbol y de Sálvame, porque Rodríguez Zapatero coincidiendo con el inicio de la presidencia de España en la Unión Europea,  mintió de nuevo al decir que estamos saliendo de la recesión.

 

Y tampoco me extraña de Zapatero, que ahora convoque un concejo de sabios políticos formado por Pedro Solbes, al que no le hizo ni puñetero caso cuando lo tenía de ministro, al ex presidente Felipe González del que no quería posiblemente ni oír hablar de él y, al octogenario ex presidente de la Unión Europea Jacques Delors.

 

            Así que, de esa reunión en La Moncloa y con el Plan E del PSOE para combatir el paro, Zapatero dará en Europa la campanada al sacarse de su chistera trabajo para hoy y paro para mañana, ya que con sus medidas de choque para crear empleo, jamás conseguirá solucionar la gravísima problemática que nos asfixia, empobrece y arruina.

 

Aunque, como a los mandatarios políticos no les faltan sus  palmeros, los de Zapatero estarán muy contentos, porque Pepe Blanco vicesecretario general socialista, sin ningún pudor ha salido diciendo más o menos, que José Luis  Rodríguez Zapatero sería el candidato del PSOE a las elecciones generales en el dos mil doce en España.

 

No quisiera estimado lector avinagrarles el mejillón, la almeja, el trozo de pavo o el roscón de reyes que aún le queda por consumir en el frigorífico. Porque mi deseo es que disfruten de salud, paz y bien en este recién estrenado año dos mil diez.

 

Y para finalizar, al ser consciente de que en cualquier momento me pueden hacer una jugarreta al ser carne de cuna. Decirles una vez más a los que me tienen desde hace años totalmente controlado para quitarme de la circulación, que continuaré expresando libremente mi sentir y pensar en esta ventana a la libertad de expresión, que me concede El Faro Información.