Pensamiento del 18/01/2010.
"Los niños muy pequeños, incluso los bebés que acaban de nacer, no
sólo son unos cuerpecitos. Por esto aquellos que se ocupan de
ellos deben pensar en su alma, en su espíritu. Si lo hacen,
pronto sentirán que atraen hacia ellos las bendiciones de su
ángel guardián. Porque junto a cada niño existe un ángel que se
ocupa de él, que quiere su elevación; pero a menudo encuentra
grandes dificultades en su tarea, porque este niño se halla
expuesto a todo tipo de influencias caóticas por parte de adultos
inconscientes.
El ángel guardián vela, vigila, pero en el plano físico está muy
limitado. Por esto se siente tan feliz cuando ve junto al niño al
menos una persona que piensa en su alma, que le muestra el camino
del bien y de la luz, que le rodea de influencias armoniosas; y
le recompensa enviándole rayos de alegría."
Omraam Mikhaël Aïvanhov