
El camino está lleno de piedras, y cuando uno camina, siempre tropieza…ahora, si uno siempre tropieza, entonces, es su deber levantarse.
Levantarse una y otra vez, y no esperar
a ser levantados.
Cada nuevo día nos pone un nuevo obstáculo.
Pero cada nuevo día nos pone una solución
y una forma de levantarse.
Al final, está en nosotros levantarnos y mejorarnos día a día…
o rendirse y esperar a que nos levanten.

|