Quisiera ser la luz adiamantada que marca el alborear del universo, cruzar hasta tu voz y, aprisionada, en notas fusionarme con tu verso.
Quisiera ser guitarra de la noche que arranca de la luna melodías y luego, desatando el áureo broche, llevar a nuevos mundos canturías.
Mas no soy Artemisa en su carroza surcando por los cielos presurosa para llegar a Orión emocionada
Tan sólo soy mortal aficionada Tan sólo soy reflejo de una diosa Tan sólo soy historia desvelada. Indice - Inicio
Sólo quiero mudar para tu pecho... Sólo quiero mudar para tu pecho los últimos acordes de un danzón hacerlos que se eleven hasta el techo y bajen hasta el centro del salón. Allí comenzaremos por derecho, con notas de violín y de trombón que el piano, como tránsfuga al acecho, captura y nos incita a rebelión. La paila con el güiro se amotina marcando a contratiempo su calor y el grave contrabajo se apresura. El último estribillo ya termina. Se apaga el retumbar de mi tambor. La música se escapa a otra aventura.