Hasta entonces cuando mires los días pasar, y yo no esté cuando en tu orgullo sigas parado, de pronto caigas, y nadie este ahí para levantarte;
Cuando el invierno venga y sientas frío, el hielo te colme, tu cuerpo pida mi calor, y tus manos tengan sed de mi;
Y al cerrar tus ojos imagines mi rostro, cuando sin querer pronuncies mi nombre, el invierno termine y el calor del verano te sofoque, los rayos del sol te acaricien y sientas que son mis manos las que tocan tu piel;
O cuando la noche caiga y la luna escurridiza pase por tu cama e ilumine mi almohada vacía;
Cuando en la madrugada despiertes, me BUSQUES y tu lecho este vacío;
Cuando camines por las calles, recuerdes hasta mis pasos, y al recordarme cierres los ojos y sin querer una lágrima se escape;
¡Hasta entonces, hasta entonces sabrás cuanto te amé! Y entonces solo hasta entonces, sabrás cuanto me amas...