En la dramaturgia, el llamado “soliloquio”, o escena
unipersonal, es el género dramático en el cual una persona reflexiona en
voz alta haciendo ver sus pensamientos y emociones al público.
Constituye
la parte de una pieza que sirve para caracterizar a los personajes y
por tanto posee un gran valor psicológico en tanto que es una
herramienta muy importante de introspección...
En ese sentido,
son famosos los soliloquios de las obras de William Shakespeare, como el
de Hamlet, que empieza con la famosa frase de "Ser o no ser", en
momentos que el heredero del trono debe decidir entre hacerse cargo de
la muerte violenta de su padre y vengarla, (lo que le terminará costando
la vida) o ignorar semejante asesinato y disfrutar de un futuro reinado
sin practicar la revancha...
Los soliloquios son mundos
diferentes en el interior de las personas, que en la mayoría de las
veces, ocultan fantasías y pensamientos que no podrán ser realizados.
En
sus escritos, los narradores reflejan un mundo ideal.....
Resumiendo,
gracias al Soliloquio, en forma artificial y por unos instantes, el
deseo más íntimo se transforma en la realidad, aunque esto, insistimos,
sólo dura unos segundos..
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