No pido el oro de tu
prosperidad,
ni la sobra de tu mesa,
aunque te agradezca el
socorro fraterno,
en la bendición de tu
pan.
*Ruego la limosna de tu
sonrisa
y el aconchego de tus
brazos
para que no me sienta
extranjera en la Tierra
en que siembro las
flores de la esperanza,
en el espinheiro de mi
dolor
*Me da tu palabra de
coraje
para que yo pueda
contemplar las estrellas
sin descender al lodo
del charco
y me sostiene con tu
amor
para que me sienta
menos sólo!
Guarda contigo la
melodía de la gratitud
con que te envuelvo el
camino
por la dádiva que me
extiendes,
pero por encima de
todo,
agasalha-me en el calor
de tu corazón
para que mi lágrima se
yerga también al Cielo,
como plegaria de
alegría
en el Amor Infinito de
Dios
Psicografia Chico Xavier