Vivir en paz con Dios
Para muchos la vida es cruel y un tanto dura, un camino difícil de recorrer para otros y es que la vida no es nada fácil iluso para aquel que nada le falta y lo tiene casi todo, llegamos a la vida con el sólo propósito de aprender de su escuela en donde diariamente debemos sacar nuevas enseñanzas y adoptarlas a nuestro diario vivir, con el sólo propósito de que nuestro pasar en este tiempo y espacio sea llevadero y grato…
Recordar que todo lo que sembremos en esta vida será lo que cosecharemos en la próxima, es un buen aliciente para ser mejores cada día, ya sea como personas o como seres humanos Dios nos puso aquí a todos juntos sin distinción de razas ni credos, sin separarnos por nuestras ideologías o clases sociales, las fronteras fueron creadas por los hombres y no por Dios…
Hemos sido nosotros quienes nos hemos marginado, nosotros los que hacemos las guerras, nosotros los que odiamos y nos separamos cada día más, la verdad es que no sé con que fin, si nos detenemos un instante a mirarnos interiormente veremos que no tenemos nada de diferente de los demás, todos tenemos sueños, esperanzas anhelos…
Todos queremos de algún modo vivir en paz con Dios, con nosotros mismos y con los demás, conformémonos con la vida que nos toco vivir y demos gracias por eso hay que tener siempre en cuenta que hay personas que están tanto por encima de nosotros, como por debajo, por lo tanto, porque creerse que siempre uno es más que el otro. En el fondo somos todos iguales hechos a imagen y semejanza de Dios.
Aceptarnos a nosotros mismos es como volver a vivir. Pues de cada cosa buena que hagamos en esta vida, y que aprendamos de nuestros propios errores y los corrijamos veremos como poco a poco nuestro espíritu se va alivianando de peso al sacar de nosotros desde nuestro interior aquellas cosas que nos consumen como personas.
(de la red)
a/d