Mi corazón es como un dios sin lengua, Mudo se está a la espera del milagro, He amado mucho, todo amor fue magro, Que todo amor lo conocí con mengua.
He amado hasta llorar, hasta morirme. Amé hasta odiar, amé hasta la locura, Pero yo espero algún amor natura Capaz de renovarme y redimirme.
Amor que fructifique mi desierto Y me haga brotar ramas sensitivas, Soy una selva de raíces vivas, Sólo el follaje suele estarse muerto.
¿En dónde está quien mi deseo alienta? ¿Me empobreció a sus ojos el ramaje? Vulgar estorbo, pálido follaje Distinto al tronco fiel que lo alimenta.
¿En dónde está el espíritu sombrío De cuya opacidad brote la llama? Ah, si mis mundos con su amor inflama Yo seré incontenible como un río.
¿En dónde está el que con su amor me envuelva? Ha de traer su gran verdad sabida... Hielo y más hielo recogí en la vida: Yo necesito un sol que me disuelva. Alfonsina Storni
GRACIAS POR TU BELLO MENSAJE, MONI, FELIZ DIA DEL NIÑO
El niño interior representa
nuestra totalidad, la parte genuina que vamos perdiendo al hacernos
adultos. Está presente en nuestros sueños, fantasías, deseos,
imaginaciones, intuiciones, en nuestra capacidad de jugar, imaginar,
crear y principalmente, en la sensibilidad. Para que cuidemos de él es
preciso reconocer su presencia y advertir sus necesidades.