Shhhh, silencio. No digas nada, que la noche sea el único testigo de este amor.
Que las estrellas iluminen el camino que habrán de recorrer tus manos que cada soplo del viento, indique donde se posarán tus manos
Entonces fundidos en un mismo metal desvanezcámonos como agua que se evapora, por el calor que corre y recorre cada centímetro de tu piel…
Y es que amor, acaso la gente no puede entender, que para amarte no necesite más que esas dulces palabras tuyas…
No necesité más que un cálido beso en la mejilla, no necesité más que ese roce involuntario, convertido ahora en caricia…
No necesité más que tu mirada encendida no necesité más que esa asfixiante desesperación que suplicaba con ternura a mis ojos observar tu bella imagen…
No necesite más que los momentos de alegría esos, cuando mi corazón sentía, que aquella tristeza y toda melancolía por fin desaparecían…
No necesité más que sentirte mío, al pasar de los días…
Shhhhh, silencio no digas nada que la luz del sol no debe saber aún que es lo que pasa.