|
ESPEJOS
Mírate en el espejo que tu imagen proyecta, esperando un instante a que se muestre clara; verás, a pesar tuyo, la figura imperfecta y las desarmonías patentes de la cara.
Sin contemplarte pues como estampa dilecta, en tus propios defectos, exhaustiva, repara, para reconocer por fin lo que te afecta como quien llanamente una verdad declara.
A lo real concorde y en idéntico modo habrás de examinar prolija tu conciencia: sentimientos, virtudes, pasiones sobre todo; comprobarás errores y lagunas de olvidos, mas para tu consuelo —que es también una ciencia— piensa que Dios se vale de los arrepentidos.
desc au autor |
|