Sentimos que el mundo se acaba, por ese dolor tan profundo,
y no es así, porque después pasa el tiempo y todo pasa.
Y esto no lo hablo para mí, quizás si un poco para ELLA.
Pero creo que hay más de una persona que conozco que se aferra a sus dolores,
y yo desde este lugar no puedo decirte siente así, o no sientas asá.
Porque con toda tu razón, me dirías… ¿Qué?
¿Me vas a decir cómo sentir o qué sentir?
¿Estás loca?
Yo sólo invito a tener cuidado, con esos dolores que hoy pueden ser profundísimos.
Porque sabes algo, siempre pasa, y de eso se encarga nuestro amigo el tiempo. Ese es nuestra chochera, el tiempo.
Aprende a amar al tiempo, porque ese es el único que te hará mirar tus dolores,
tus historias, decisiones, separaciones, perdidas, divorcios, metidas de pata, errores,
y en fin todos nuestros aprendizajes con otros ojos.
Y si hoy duele, si hoy te está hincando algo por ahí dentro, llora si es lo que quieres,
y después sal a caminar, quizás tomate un helado, llama por teléfono
a alguien aunque no tengas ganas, cada vez las ganas serán diferentes.
Y mañana va a salir el sol un poco, pero en unos meses va a haber un sol resplandeciente,
siempre es así. No hay dolor que dure toda la vida, ni cuerpo que lo aguante.
A ELLA este año se le puso bien difícil,
y hoy te puedo decir que el sol sale grande e imponente.
Sí, tiempo gracias por no soltarme.
Por seguir enseñándome a vivir, porque no se llega, se transita.
DE LA RED
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