Alicia en el País de las Pesadillas...... - Con Alma de Mujer

Alicia en el País de las Pesadillas. 2D

* Por Tina Bouciguez
Casi tres millones de personas participaron de los festejos del 25 de Mayo: el espíritu de la independencia, de la igualdad, de la justicia, de grandeza…¿eh?
Con un despliegue a toda pompa, fue la fiesta de los elegidos. Para evitar errores molestos, el vicepresidente de la Nación, ex presidentes infieles, funcionarios sospechosos y demonios opositores de toda calaña, quedaron fuera sin ningún tipo de excepción, será que no “contemplan todo el espectro de la Patria” (sic), ¡y con buen criterio!, ¿quién correría el riesgo de ensombrecer tamaña celebración con semejantes traidores? De ninguna manera, la Independencia es mía, e invito a los que se me ocurre.
El pueblo tuvo que ponerse bi-zco, para poder mirar en dos direcciones a la vez.
La noche porteña tuvo su gala en el Colón ¡justo en la era Macri!, mientras desde el poder nacional se contemplaba el festejo con un hilo de baba entre los labios… ¡pero te dije que no iba a ir, y no voy!
A la imponente cena en Casa de Go-bi-erno, en manos de dos chefs franceses (que habrán aprendido a hacer tamales, locro y pastelitos para la ocasión), no fue invitado Cobos, quién habrá quedado en su casa comiendo un beuf bourgignone, especialidad de Patora, arquetipo materno en nuestro entrañable linaje telúrico del mítico cacique Patoruzú. ¿Mousse de maracuyá? Será my fashion ¡quien va a comer quesillo con miel de caña!
Como nota de color, en el homenaje a la música latinoamericana, Gilberto Gil nos “homenajeó” con “¡Oh!, yes I know, yes I know…! Festejo este bi-zarro si los hay, que dará tema para rato a las lenguas bí-fidas de los culebrones políticos, mucho más jugosos hoy que los chismes de la farándula, mientras un pueblo hambriento de muchas hambres agita la banderita gritando ¡viva la Patria!, sin ser escuchado por nadie, salvo por su vecino que agita la misma banderita.
Mientras no logremos superar el uni, estaremos condenados al bi.
Necesitamos una argentina que albergue en su vientre un ideal plural, un concierto de voces diversas que canten en armonía por una vida mejor para todos en serio, donde el lugar de los dibujos sea el arte y no las cifras oficiales de esos números que ríen a carcajadas de nosotros desde las góndolas de los supermercados.
¿Porqué si nuestros países vecinos están cada vez mejor, nosotros estamos cada vez peor? Brasil porque son muchos, Uruguay porque son pocos; parece que no acertamos ni con ese número. ¿Porqué somos El país de las Pesadillas. 2D, teniendo todo para ser El país de las Maravillas. 3D?¿Será que siempre nos faltará profundidad? El desafío no es mojarle la oreja al contrincante político, sino poder responder al desafío creciente de un mundo cada vez más complejo, en el cual todavía no logramos encajar.
¿Llegaremos a construir esa Nación con el que soñaron nuestros mayores, y por la cual muchos dieron literalmente la vida? ¿Es que se terminaron los héroes, o por lo menos, los idealistas? ¿Quedó alguna semilla de 1.810?
¿Bicentenario para ver semejante espectáculo? Digo, en lo profundo, porque lo exterior fue de maravilla y con la masiva presencia un pueblo que renueva cada día sus esperanzas. Por este camino y una vez más, para el argentino contemporáneo, el espíritu virtuoso de El Grito Sagrado seguirá siendo una utopía.