Mírame a los ojos…
Mira … mírame a los ojos,
esa gotita que allí ves brillar
es la gemela de la que llevas
temblando, colgada de tus labios.
Es el último suspiro entrecortado,
el rocío transparente que eterniza
el adiós y el amor…
Mírame... míralo, allí se quedará
hasta el día que tus labios
vuelvan para sorber su dolor…
Y unidas se descubran
se reconozcan de nuevo allí
para enjugar el tiempo,
para acallar los silencios,
para llorar otra vez,
y en singular despedida,
ambas mueran juntas
jurándose amor eterno…