¡Te Amo...! Con el silencio que ahoga y el grito que desgarra. Con la ilusión del mañana y la incertidumbre de hoy ...
¡Te Amo...! En cada despertar y en cada nuevo día. En el anochecer que no termina y en el agónico celo que me anima.
¡Te Amo...! Con el temor del adiós y la alegría del encuentro. Con la esperanza que se anida y el temor de una partida.
¡Te Amo...! En mis pensamientos, en los latidos de mi corazón, en mi sangre, en mis venas y en la angustiante lágrima del desencuentro.
¡Te Amo...! Con la premura de la caricia oculta y el beso nunca dado, como la chispa que enciende grandes fuegos que duermen en el alma.
¡Te Amo...! Con la pasión adolescente y la serenidad de lo aprendido, con la ansiedad de lo prohibido y la claridad de lo sentido.
¡Te Amo...! En la orfandad de un corazón herido, en la soledad angustiante de un olvido.
¡Te Amo...! En el silencio de mis pensamientos y en las profundidades de lo que llevo dentro.
¡Te Amo...! Como la tempestad ama los vientos, las arenas al mar violento y el cielo sus estrellas.
¡Te Amo...! En el infinito mundo del deseo, más allá de los cuerpos ... más allá de los tiempos.
¡Te Amo...! Con libertad de vuelo por sobre el firmamento. Con ilusión de vientos transponiendo desiertos.
¡Te Amo...! Cual la lluvia a los prados de invierno, o la joya preciada que guardaré por siempre en el rojizo cofre de mi pecho ... latiendo.
¡Te Amo...! En la simpleza de las cosas profundas que han de morir conmigo si es que tu no me ayudas.
¡Te Amo...! Más allá de la tierra en su infinita danza, que conjuga los tiempos de un círculo en dos lanzas.
¡Te Amo...! En los silencios que interrumpiera el eco de una bella palabra.
¡Te Amo...! En el delirio de lo que estando cerca muestra mano no alcanza.
¡Te Amo...! En la armonía del sol sobre las aguas. En la melancolía de aquello que se guarda. En lo que no se ha dicho y estalla en la mirada. De lo llevado oculto que siendo Todo, es nada.
¡Te Amo...! En el lirismo de lo más anhelado y en la irreal quimera de lo que se ha soñado.
¡Te Amo...! Sin causa ni razón que me lo explique, sin base, ni sustento. Irrazonablemente y sin motivo.
¡Te Amo...! Porque Te Amo...! Sin sentido.
¡Te Amo...! Más allá de ti misma. Más allá del sentido.
¡Te AMO porque Te AMO...! ¿Sabes Porqué...? ¡Porque nunca podría ser Tu Amigo...!
Francisco Cordua