No existe esponja para lavar el cielo pero aunque pudieras enjabonarlo y luego echarle baldes y baldes de mar y colgarlo al sol para que se seque siempre te faltaria un pajaro en silencio.
No existen metodos para tocar el cielo pero aunque te estiraras como una palma y lograras rozarlo en tus delirios y supieras por fin como es el tacto siempre te faltaria la nube de algodon.
No existe un puente para cruzar el cielo pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla