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En mi memoria,
no siempre olvidadiza,
surgen relámpagos de besos,
constelaciones de manos enlazadas
e íntimos murmullos y secretos.
Guardo instantes mágicos saliendo encadenados
como pañuelos transformados en palomas,
y que, como palomasn se esconden
detrás de mis recuerdos
iluminándolo todo,
transformando mi cielo
en ese cielo que una vez compartimos
con cafés, con charlas, con encuentros.
Atesoro estas delicias
guardándolas en mi cajón junto a
esas piedritas redondas y pulidas
que el mar había dejado a nuestros pies
en aquella playa y en aquel atardecer
en el que descubrimos gozosos
la perfecta y amorosa simetría
de nuestros cuerpos salados.
Si...guardo también otros recuerdos,
las siestas anaranjadas por el sol de la tarde,
el olor a lavanda que entraba del jardín
los ladridos lejanos de los perros ....
y vos, ocupándolo todo,
no dejando ni un resquicio
de mi sin tus besos.
Recuerdos que ahora surgen
como flechas dolorosas
clavándose aqui
justo en el centro.