Te amo tanto, que no se no se como llamarte; llamarte esposo, llamarte cielo o simplemente amor, pedacito de hielo que a este pobre corazón refrescas al instante.
No se como llamarte, amor de mis amores si todas las palabras quedan pequeñas ante ti; eres mi vida, mi aire, mi alegría eres la fortaleza para poder vivir.
No se como llamarte, ¿Tal vez dueño de mi vida? aunque quizá Dios, se enfade y con razón, pues El es el único dueño del universo, pero tú eres el dueño de mi abnegado corazón.
Tal vez te llame de distintas maneras y siempre al despertar te entone una canción, pero se, no será suficiente para calmar mi ardiente corazón.