Soplando un año más en el cumpleaños, las velitas se apagan
mejor...
Parece que una y otra vez repetimos el momento esperado, pero
no tan esperado para vivirlo sin sentir.
La compañía de los nuestros, de
lagente que amamos, da un sabor especial al cumpleaños.
Y en un
momentolos deseos se convierten en experiencia, experiencia de
sentimientos...de amor.
Pero sólo uno, porque mañana será otro día.
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