La persona más miserable del mundo es la que ha perdido el gozo.
Decida convertirse en el ser más positivo y entusiasta que conoce.
En un estudio reciente se preguntó a doscientos líderes nacionales qué hace próspero a alguien.
Ochenta por ciento respondió que el entusiasmo es la cualidad más importante.
Una persona con entusiasmo pronto tiene seguidores entusiastas.
¿Cuántos individuos ha conocido que alcanzaron el éxito haciendo algo que odian?
“Busque algo que disfrute hacer y no tendrá necesidad de trabajar un día más en el resto de su vida”,
“Denme un hombre que cante en su trabajo. ¡Esa es la clase de gente que quiero emplear!
“Mantenga su rostro hacia el sol y no verá la sombra”,
El necio busca la alegría en el futuro; el sabio la construye hoy.
No hay cosa más triste que ver un cristiano pesimista.
Su mundo se verá más brillante detrás de una sonrisa.
La alegría es siempre un trabajo interno. Nuestra primera opción es regocijarnos.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8.28).
“Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová” (Salmo 144.15).
El gozo de Dios es contagioso.
Reciba lo desconocido con alegría y sin temor.
“La risa es un ejercicio interior; hace que sus órganos internos se muevan,
mejora la respiración y es un encendedor de grandes expectativas”, .
Dios expresa en su Palabra: “Si tú no me alabas, las rocas lo harán”.
¡No nos dejemos reemplazar por un montón de rocas!
Con cada minuto de ira pierde sesenta minutos de alegría.
Hay dos cosas que contribuyen a la alegría: lo que podemos hacer con ella y lo que no podemos.
Las personas son tan alegres como lo sean en sus mentes.
La alegría no se busca, porque nunca se ha perdido.
¡Sea como un caldero a vapor! Aunque esté hasta el cuello en agua caliente, siga cantando.
DESDE EL NACIMIENTO DEL SOL, HASTA SU OCASO
|