Puede que yo mire algo que sea totalmente negativo,
pero soy capaz de ver un futuro positivo.
Así como la semilla, aunque sea muy fea,
dará un bello árbol,
tener una actitud positiva es mirar al futuro
y ver lo que hoy es invisible.
No quiere decir ignorar lo negativo,
pues, sí, hay que cuidarse.
Pero, aunque yo vea las espinas de la rosa,
mis ojos van a la rosa.
Los guantes protegen los dedos y
mi mano evita el contacto con las espinas.
De la misma manera,
tomo cuidado con los defectos de otros,
que me pueden herir,
evitando el contacto con su parte más oscura.
A la vez, admiro sin temor
la belleza interna que todos tienen.
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