Cuánta gente es feliz???
Cuánta gente es feliz? ¿Cuántos de vosotros os consideráis felices? No me refiero a estar contentos, me refiero a esa felicidad que nos venden total y absoluta. Yo no sé cuántos habrá, lo que sí observo a mi alrededor son personas que nunca lo serán. Por lo que puedo ver en gente que conozco bien, existen dos categorías bien diferenciadas. Están aquellos que siempre necesitan algo más. Les preguntas un día y necesitan un trabajo estable. Cuando lo consiguen necesitan una pareja, luego un coche, un piso, un televisor mejor, un viaje increíble, hijos...; y así una larga lista de objetos y situaciones personales en sucesión constante. Luego están los que necesitan cosas imposibles. Que su familia siempre esté sana y contenta, que a su alrededor todo sea agradable, que su cuenta corriente se llene como por arte de magia de millones y millones (esto último sino imposible sí harto improbable). Nos encontramos con que la felicidad debe ser un estado de bienestar absoluto, algo semejante a ir andando entre nubes siempre sonriendo, sin absolutamente ninguna nimiedad que nos empañe esa sensación de alegría completa. Yo, sin embargo, estoy convencida de que la felicidad es algo muchísimo más sencillo. No creo que exista nunca un momento de nuestras vidas a partir del cual todo sea estupendo para siempre jamás. Me inclino más a pensar que se trata de pequeños momentos y sensaciones, que pueden durar segundos, pero en los que todo está bien de repente. Precisamente esos momentos y sensaciones que descartamos muchas veces por ir en pos de una felicidad total y absoluta, algo que, por mucho que nos pese, no existe.No se trata de sonreír todo el tiempo o de eliminar los malos humores. Mientras algunos expertos mienten en diferentes campos y a veces se desafían entre ellos, en la década pasada unieron juntos grandes piezas del rompecabezas de la felicidad. Pero...¿Qué es? En realidad, tanto los neurólogos como los psiquiatras, los economistas conductuales, los psicólogos positivos y los monjes budistas coinciden en que esta sensación se acerca más a sentirse satisfecho o conforme que a ser "feliz" en su estricto sentido. En su definición incluye dudas y deliberación. La felicidad abarca vivir una vida con sentido, utilizando tus dones, tus talentos y tu tiempo, vivir conscientemente y con un propósito. También se maximiza cuando nos sentimos parte de una comunidad Al enfrentarnos a nuestros disgustos y crisis con tranquilidad. Incluye buena voluntad para aprender a ir más allá, para poder crecer, lo que a veces involucra disconformidad. Requiere ser activo en la vida, no simplemente vivir. Pero cuidado, que tampoco hay que confundirla con la alegría, que es un regocijo temporal, o incluso, con el placer de un encuentro sensual (aunque un suministro estable de esos sentimientos es necesario para cubrir nuestras necesidades básicas
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