Apareces de repente y el mundo se transforma, todo se hace tu rosa y con ella mi alma. Quedo donde me llaman los impulsos de tu corazón, con toda la razón del amor que tan cómplices nos talla.
Esencia de mi locura que me bendice y atrapa, en la razón que clama por olvidar las razones. Siembra de mis flores de fertilidad absoluta, cáliz de luz de luna que encandila mis noches.
A tu corazón atada y libre a los estrenos que nos regalan los cielos que nos unen las entrañas, verde que me salva cuando tus ojos deciden, en el decir sin decirme donde amanecen tus ganas.