Sequedad y ardor en la lengua, las encías y los labios, son parte de las molestias asociadas a los cambios hormonales de la menopausia.
Un fenómeno sobre el cual una investigación realizada en Chile aporta nuevos antecedentes: la disminución de estrógenos provoca una modificación a nivel celular en las glándulas salivales.
"En condiciones normales, todos tenemos dos tipos de saliva: una serosa, más acuosa y que nos permite lubricar los alimentos para comer bien, por ejemplo; y otra mucosa, más espesa, que se genera en situaciones especiales, como cuando estamos nerviosos o bajo estrés", explica el doctor Gonzalo Trujillo, odontólogo y académico de la Universidad de Talca.
A través de observaciones en ratas, a las que se les extirparon los ovarios para simular una menopausia, Trujillo junto a otros colegas -entre ellos, el doctor Iván Suazo, actualmente de la Universidad Diego Portales-, observaron que la baja de estrógenos frena la actividad de las células serosas, encargadas de secretar la saliva más líquida.
"Estas células tienen receptores específicos para esas hormonas. Cuando no hay estrógenos, no tienen estímulos, dejan de funcionar y lentamente van desapareciendo", precisa el doctor Trujillo.
MENOR SALIVACIÓN
Este cambio en las proporciones celulares de las glándulas salivales genera que, contrario a lo habitual, comience a predominar la salivación de tipo mucosa, más densa, que, en definitiva, hace sentir la boca más seca.
"Eso influye en la deglución y causa malestar al tragar alimentos; en tales casos se recomienda preferir comidas frescas y blandas, para no forzar la mordida; y evitar platos muy condimentados" , comenta el doctor René Montaño, ginecólogo y presidente de la Sociedad Chilena del Climaterio.
El especialista agrega que la terapia de reemplazo hormonal -sobre todo si se administra en forma precoz, es decir, apenas aparecen los primeros síntomas de la menopausia-, logra evitar que las células serosas disminuyan y, con eso, se minimiza la ocurrencia de otros problemas asociados a una menor salivación.
Por ejemplo, "la saliva tiene un rol protector contra las caries; en la menopausia, algunas mujeres pueden ver un aumento de este problema", precisa el doctor Suazo.
Junto con la sustitución hormonal, los cuidados en la alimentación y evitar acciones que favorecen la sequedad bucal -como fumar-, existen otros métodos que ayudan a mejorar la salivación.
Uno de ellos es la saliva artificial, una solución acuosa que se aplica directamente en la boca. Otra opción es el uso de sialogogos, sustancias habitualmente ácidas, que estimulan la secreción salival al introducirlas en la boca.
OTROS EFECTOS EN LA BOCA
Boca seca y ardor son la punta del iceberg de los problemas orales asociados a la menopausia.
Además de un mayor riesgo de caries por una menor salivación, la disminución de estrógenos incide en la pérdida de masa ósea que también ocurre a nivel de los tejidos de la boca: los dientes pueden aflojarse con más facilidad.
"No sólo hay una mayor posibilidad de pérdida de piezas dentarias; cuando se trata de recuperar la dentadura, nos encontramos con un hueso empobrecido que dificulta colocar implantes", explica el odontólogo Iván Suazo.
Asimismo, el déficit de estrógenos aumenta la sensibilidad al dolor, dejando la boca más vulnerable frente a situaciones que antes no causaban molestias.
lae