Jocelyn Bell Burnell (1943)
Es una astrofísica irlandesa que descubrió las primeras señales de radio púlsar, junto a su supervisor de tésis, Anton Hewish.
Hewish recibiría en 1974 el premio Nobel en física por este descubrimiento junto con Martin Ryle, quien desarrolló los telescopios de radio. El hecho de que se exluyera a Bell, pese a que fue ella quien hizo el descubrimiento, y que tuvo que insistirle a Hewish de que se trataba de algo importante (el científico atribuía la extraña señal a interferencia), causó nuevamente controversia en los Nobel.
Bell estudió física en la Universidad de Glasgow y se doctoró en la Universidad de Cambridge en 1969. Participó en la construcción de un telescopio de radio para estudiar quásars, que habían sido descubiertos hace poco en ese entonces. En 1967, descubrió una cosa rara en lo que recibían con el telescopio. Se trataba de una señales que pulsaban con gran regularidad, a un ritmo de un pulso por segundo. Al principio lo llamaron “hombrecillo verde 1“, al creerse que podría tratarse de señales extraterrestres. Años después el origen del pulso fue identificado como una estrella de neutrones que giraba a gran velocidad.
Pese a no recibir el Nobel, Bell recibió varios galardones de distintas instituciones astronómicas, y el título de “dama” por parte de la Reina Isabel II. Hasta el año pasado, Bell se desempeñó como presidenta del Instituto de Física de Inglaterra.