Uno de los comentarios más comunes en un restaurante es "hace tanto ruido que no se puede ni hablar" o, al contrario, "en este lugar no hay nada de ambiente", cuando entras y el silencio es tal que puede escucharse hasta el vuelo de una mosca.
Es por ello que, preocupados en extremo por la calidad acústica de su local de comida mexicana, los dueños de un restaurante inaugurado este mes en Berkeley, Estados Unidos, decidieron instalar un sistema de alta tecnología que permite a su personal bajar o subir la intensidad del ruido en el ambiente a voluntad.
Hace ya un tiempo que este tipo de sistemas se viene instalando en auditorios y salas de concierto, pero según informó la compañía, esta es la primera vez que se incorpora al mundo de la restauración.