El dominio sobre mí mismo y sobre mi vida, ¿cómo lo logro? ¿Siento que mi autocontrol es débil o que mis hábitos me limitan? El dominio o autocontrol comienza con la manera cómo pienso y me siento. Quizás crea que no puedo cambiar mis reacciones o que estoy a merced de algún hábito que no contribuye a mi bienestar. Mas la verdad es que puedo tener dominio sobre mi comportamiento. Puedo hacer uso de mi libertad. Paso a paso, pensamiento a pensamiento, cambio mi manera de pensar, sentir y responder.
Soy un ser espiritual y libre que no está limitado por pensamientos ni sentimientos. Me aprecio y aprecio mi vida bajo una nueva perspectiva, y declaro mi dominio.
Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder.—Génesis 1:26
Abril es un mes especial el 20 de abril cumplirian años de casados mis papas, cumplieron 58 hasta que pápa fallecio el 23 de abril es cumpleaños de mi mama el 29 de abril es cuando me dijeron que a los pocos dias hiba a nacer mi hijo
RECUERDA QUE TAMBIÉN EL 29 ES EL CUMPLE DE TU AMIGA
Consuelo
El amor de Dios, siempre presente, es mi mayor consuelo.
Si me siento descorazonado o ansioso, busco consuelo. Las distracciones externas pueden proporcionar un alivio temporal, pero me dejan anhelando más. Para superar la negatividad, me dirijo a mi interior, a la presencia de Dios y a la verdad de Su amor. Gracias a la oración, encuentro lo que busco —consuelo profundo y duradero.
A tono con el amor de Dios en mí, soy consolado. Dios y yo somos uno. Cualquier sentimiento de separación es un falso sentir. El consuelo, la paz y el gozo de Dios están disponibles para mí siempre; estoy envuelto en el amor divino. En armonía con la presencia de Dios, siento la paz que sobrepasa todo entendimiento y mi alma recibe alivio. Dios es realmente mi ayuda en toda necesidad.
Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado.—Salmo 119:50