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El sexto dia: El segundo dia
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De: Fdo Black (Mensaje original) |
Enviado: 19/04/2013 19:44 |
La palabra, la union de los sexos, el nacimiento y la muerte, son análogos para todos los humanos.
MAHABARATA DECIMO SEGUNDO
SIGLO II A .C. A SIGLO. I D.C. |
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Como naci? Cual es mi principio? pregunte un dia a mis padres. Me miraron con gran ternura y con felicidad radiante. Me invitaron a sentarme en medio de ellos y sin dudas ni titubeos o poses especiales empezo a hablar mi padre: - "Tu principio somos nosotros dos ". " Nos unimos por amor, y de nuestra comunidad naciste tu". Quiero Decir, que nosotros dos estamos unidos en ti. Tu eres la expresion sensible y tangible de nuestra union. Eres parte de nosotros mismos. -Desde que tu mama y yo nos conocimos y emprezamos a tratarnos, ya pensabamos en ti. Eras nuestra ilusion, nuestra esperanza, expresion de nuestro amor, y esto hizo que cada uno de nosotros diera algo de si, para que existieras. Dr Alfonso Orozco |
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EL HIJO ILEGITIMO Ya el sol se habia puesto entre el enredo del bosque, sobre el rio. Los niños de la ermita habian vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego, oyendo a su maestro Gautama, cuando llego un niño desconocido con flores y frutos. luego tras una profunda reverencia, le dijo con voz de pajaro: " Señor Gautama: vengo a que me guies por el sendero de la verdad. Me llamo Satyakama" " Bendito seas-dijo el maestro- Y de que casta eres hijo mio,? porque solo un braman puede aspirar a la suprema sabiduria. Contesto el niño: " No se de que casta soy, Maestro; pero voy a pregunarselo a mi madre " Se despidio Satyakama, cruzo el rio, por lo mas estrecho, y volvio a la choza de su madre, que estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea, ya dormida La lampara iluminaba debilmente la puerta, y la madre estaba fuera, de pie en la sombra, esperando la vuelta de su hijo. Lo estrecho contra su pecho, lo beso en la cabeza y le pregunto que le habia dicho el Maestro. " Como se llama mi padre?"- dijo el niño " Porque me ha dicho el Señor Gautama que solo un bramana puede aspirar a la suprema sabiduria " Cuando joven, yo era pobre y conoci muchos amos. Solo puedo decirte que tu viniste a los brazos de tu madre Jabbala, que no tuvo marido" Los primeros rayos del sol ardian en la copa de los arboles de la ermita del bosque. los niños, aun mojado el revuelto pelo del baño de la mañana, estaban sentados bajo un arbol viejo. Llego Satyakama, le hizo una profunda reverencia al maestro y se quedo de pie en silencio " Dime -le pregunto el maestro -¿Sabes ya de que casta eres? " Señor -contesto Satyakama-, no se. mi madre me dijo: Yo conoci muchos amos cuando joven , y tu viniste a los brazos de tu madre Jabbala , que no tuvo marido" Entonces se levanto un rumor como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su colmena. Y los estudiantes murmuraban entre dientes de la desvergonzada insolencia del niño sin padre pero el Maestro Gautama se levanto, trajo al niño con sus brazos hasta su pecho, y le dijo : " Tu eres el mejor de todos los bramanes, hijo mio, porque tienes la herencia mas noble, que es la de la Verdad "
RABINDRANATH TAGORE |
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Se precisan veinte años para llevar al hombre del estado de planta en que se encuentra en el vientre de su madre, y del estado puro animal, que es la condicion de su primera infancia, hasta el estado en que empieza a manifestarse la madurez de la razon. Han sido precisos treinta siglos para conocer un poco de su estructura. Seria preciso la eternidad para conocer algo de su alma. No es preciso sino un instante para matarlo. VOLTAIRE Diccionario Filosofico 1764 |
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Dejame poner, oh Dios mio, un centinela en el umbral de mi conciencia, para que nunca mi tierra grite contra mi, y sus terrones no se pongan nunca a llorar a causa de mi injusticia con mis siervos; a causa del trabajo demasiado pesado, apenas soportable, que yo les haya impuesto, mas alla de lo que se me debe; o porque yo les haya negado lo que se me debe; o porque yo haya dejado de dar a mis jornaleros su justa recompensa... En que soy yo mas digno que estan sometidos?, No eres tu mismo el que haz creado a cada uno de ellos y me has creado a mi? No eres tu quien les ha formado en las entrañas maternas , como a mi? Entonces que al acordarme de ello no extienda yo indebidamente mi poder sobre ellos y que no les arrastre a actos censurables; que este yo satisfecho , por el contrario, con lo que me deben, que ceda mas bien mis derechos y, cada vez que sea posible, que yo alivie su suerte, en lugar de dejarme llevar por mi poder y mi fuerza para nutrirme con su pobreza sin horizontes en lugar de cargarlos con pesos insoportables. No deje que los trate como animales, sino hazme recordar que son hombres, creados a tu imagen y nacidos como yo. Que no tengan ellos ocasion, a causa de mi, de invocar tu ayuda, no vaya a ser que los escuches y que inflexible vengues sobre mi los daños que yo les he hecho... No me dejes nunca hollar sus derechos y las libertades que tienen de mi o de mis antepasados, no permitas que yo se las arrebate nunca, sino, al contrario, que las aumetne cuando sea preciso. Pues lo mismo que yo estimo en mucho mi libertad mas grande de noble, asi ellos estiman su cara pequeña libertad, por limitada que sea, Y lo que a mi me desagrada, no debo hacerlo a los otros. JAN STOINSKI |
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Que sea yo instrumento de paz
Donde haya oídos siempre amor
Donde haya injuria perdón
Donde haya duda, fe en ti Señor
Donde haya desaliento, esperanza
Donde haya sombras, luz;
Donde haya tristeza, alegría.
Que no busque ser consolado, sino consolar ;
Que no busque ser comprendido sino comprender
Que no busque ser amado sino amar,
Porque dando es como recibimos;
Porque muriendo es como nacemos a la vida eterna.
SAN FRANCISCO DE ASIS
nota: Esta oración deberia serla de cada ser humano.... |
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No me dirijo a los hombres. me dirijo a Ti, Dios de todos los seres, de todos los mundos, de todos los tiempos, si es permitido a debiles criaturas, perdidas en la inmensidad e imperceptibles para el resto del Universo. atreverse a pedirte algo a Ti, que todo lo has dado, a Ti, cuyos decretos son inmutables y eternos, Dignate mirar con piedad los errores de nuestra naturaleza; que esos errores no sean calamidades. No nos has dado el corazon para aborrecernos y las manos para degollarnos. Haz que nos ayudemos mutuamente ha soportar el fardo de una vida penosa y fugaz; que las pequeñas diferencias entre los trajes que cubran nuestros debiles cuerpos, entre nuestros insuficientes lenguajes, entre nuestros ridiculos usos, entre nuestras imperfectas leyes, entre nuestras inensatas opiniones, entre nuestras condiciones tan desproporcionadas a nuestros ojos y tan iguales ante Ti, que todos esos pequeños matices, en fin, que distinguen a los atomos llamados hombres, no sean señal de odio y persecucion; que los que encienden cirios en pleno mediodia para celebrarte soporten a los que se contentan con la luz de tu sol; que los que cubren su traje con tela blanca para decir que hay que amarte no detesten a los que dicen lo mismo bajo una capa de lana negra; que sea igual adorarte en una jerga recien formada, que aquellos cuyo traje esta teñido de rojo o morado, que dominan ua particula de un montoncito del barro de este mundo y que poseen algunos redondeados fragmentos de metal, gocen sin orgullo, de lo que llaman grandeza y riqueza y que los demas los vean sin envidia; porque Tu sabes que no hay en esas vanidades nada que envidiar ni de que enorgullecerse. !Ojala que todos los hombres recuerden que son hermanos ! ! Que abominen de la tirania ejercida sobre las almas como execran el bandidaje que arrebata por la fuerza el fruto del trabajo y la industria pacifica! Si los azotes de la guerra son inevitables , no nos aborrezcamos, no nos destrocemos unos a otros en tiempos de Paz, y empleemos el instante de nuestra existencia en bendecir en mil lenguas diversas, desde Siam a California, Tu bondad que nos concedio ese instante Tratado sobre la Tolerancia 1763 VOLTAIRE |
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Concedeme Señor, una buena, digestion y tambien... algo para digerir Dame la salud del cuerpo y la inteligencia para conservarla lo mejor posible Concedeme, Señor, un Alma santa que solo vea la belleza y la pureza, que no se escandalice al ver el mal sino, que sepa mas bien vencerlo. Dame un alma que ignore el tedio, el gemido y el suspiro No permitas que me preocupe mucho por esa cosa engorrosa que se llama "yo" Señor , concedeme buen humor para que saque felicidad de esta vida sin que olvide compartirla con mi projimo Amen Santo Tomas Moro |
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Los jovenes pusilanimes , cobardes, tan luego sale de la familia, van derecho al monton de fracasados, no resisten ni un soplo por la lucha social, los que fian en el esfuerzo ajeno mas que en el propio, hacen publica declaracion de inutilidad y de manera inconsiente se predisponen para la derrota, estos, con los anteriores, forman al final la dilatada e inerme legion de los parasitos. Pero hay otros victimas de su educacion que inspiran verdadera lastima, me refiero a esos jovenes voluntarios y fuertes que se lanzan a la lucha sin orientaciones y como vulgarmente se dice " a lo primero que sale" que cambian de rumbo a la primera dificultad y que con la viveza del raton, atacan a todas las actividades de la inteligencia, estos que constituyen positiva riqueza, erratica, llegan al final rendidos, agotados y escepticos a sumarse con aquellos que la caridad o politica albergan en ese paño de lagrimas que los oficinistas llaman el refugio del presupuesto Y ustedes van a correr tambien a refugiarse en el refugio del presupusto? Marcelo Rivas M
Madrid 1912 |
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NO TODO LO QUE PORQUE TODO MUCHAS LO QUE EL QUE LO QUE VECES NO Juzgues Ves Juzga Ve Juzga Es Creas Oyes Cree Oye Cree Debe Digas Sabes Dice Sabe Dice Conviene Hagas Puedes Hace Puede Hace Debe Gastes Tienes Gasta Tiene Gasta Tiene Inscripcion Mural con caracteres arabigos descubierta en Persepolis traducida hacia el 1730 |
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De todas las historias de guerra que conozco, una se destaca en mi memoria como la luna llena en una noche oscura.
Esta historia es la del Mensaje a García
Cuando la guerra estallo entre España y Estados Unidos, era muy necesario ponerse en comunicación rápidamente con el cabecilla de los insurgentes. García estaba resguardado en alguna parte de las montañas de Cuba, nadie sabía donde, ningún correo ni mensaje telegráfico podían llegarle. El presidente de los Estados unidos necesitaba su cooperación y pronto.
¿Que hacer?
Alguien dijo al presidente “Hay un individuo de nombre Rowan que encontrara a García, si es que alguien puede hacerlo “.
Rowan fue llamado y le dieron una carta que debía entregarle a García. ¿Cómo el “individuo llamado Rowan “, llevó la carta sellándola en un saco de piel aceitosa, cinchándosela sobre el corazón? He aquí lo sencillo de su hazaña. Cuatro días después desembarcó por la noche en las costas de Cuba en una lancha y desapareció en la selva, para salir tres semanas después del otro lado de la isla, recorrió a pie un país hostil y entregó su carta a García- estas cosas no deseo esta vez contar en detalle-. El punto que me interesa señalar es éste: McKinley le dio a Rowan una carta para ser entregada a García, Rowan tomó la carta y la entrego a García sin preguntar:
¿ En dónde está él?
¿Qué barco me llevara?
¿ Y después que hago?
¿ Y si no lo encuentro?
¡ Por Dios ¡ ¡ Que este hombre merece sin duda perpetuarse en bronce y colocar su estatua en todos los colegios del globo terrestre!
No es la enseñanza de los libros, lo que la juventud necesita únicamente, ni instrucciones sobre esto o aquello, sino la virilidad del espíritu que les inspira responsabilidad en sus cometidos, acción rápida, concentración de energía y desempeño de la tarea: “ Entregar un mensaje a García”
Rowan ha muerto ya, pero aún quedan otros Garcías.
Ningún hombre que haya pretendido llevar a cabo una empresa que requiera muchas personas para acometerla, podrá haberlo logrado con la ineptitud de la mayoría de sus ayudantes y la incapacidad y falta de voluntad para concentrar la atención en una cosa y hacerla. Por regla general, se tropieza con ayuda ineficaz, falta de atención, indiferencia y poca voluntad, y nadie prospera a no ser que por medios propios o impropios o amenazas, quizá fuerce o soborne a los otros a ayudarle, o que Dios, en su infinita bondad, efectué un milagro y mande un Ángel de luz en su ayuda.
Haz lector, una prueba de esto:
Suponte que estás en una oficina donde puedes mandar a seis dependientes. Llama a cualquiera de ellos y pídele que busque en la enciclopedia y haga una breve reseña respecto a la vida de Correggio.
¿Crees que el dependiente dirá sencillamente “ Si Señor” y procederá a terminar la tarea? De ningún modo. Lo que hará será fijar una mirada de duda y hacer una o varias de las siguientes preguntas:
¿ Y quién fue ése ?
¿ En qué enciclopedia lo busco?
¿ Dónde está la enciclopedia?
¿ Es esa mi obligación, o le corresponde a fulano?
¿Por qué no manda usted a Carlos que está más cerca de la biblioteca?
¿ Está muerto?
¿ Tiene usted mucha prisa?
¿ No quiere usted que le traiga el libro y lo busque usted mismo?
¿ Para qué quiere usted saber eso?
Y apuesto diez contra uno, que después de haber contestado todas estas preguntas y de explicar cómo se pueden encontrar los informes deseados y para qué se necesitan, el dependiente todavía solicitará ayuda de algún otro de sus compañeros para encontrar a Correggio y al final le dirá, que no existe tal individuo. Puede que pierda mi apuesta, pero por término medio creo que ganaré.
Ahora bien, si eres prudente, no te molestarás explicando a tu empleado que Correggio está registrado bajo la letra C, no bajo la K, sino que tras un “no importa” buscaras tu mismo lo que necesitas.
Esta incapacidad de independencia en la acción, esta estupidez moral, esta enfermedad de la voluntad, es lo que pone al triunfo a una distancia muy lejana. Y si el hombre no se esmera en beneficio propio, ¿qué será tratándose del beneficio de la comunidad?
Parece necesario tener el palo del capataz, el miedo de ser despedido el fin de semana, para hacer que muchos conserven sus puestos.
Se solicitan los servicios de un taquígrafo y de diez de los solicitantes, nueve de ellos no saben escribir ni conocen la puntuación, ni creen necesario tener conocimientos. ¿Podría alguno de estos individuos entregar el “ Mensaje a García” ?
“ ¿Ve usted ese tenedor de libros?” me preguntaba el encargado de una gran fábrica.
Si ¿qué tiene?
“ Pues es muy buen contador, pero si lo mando a la ciudad con cualquier encargo, tal vez lo desempeñe a satisfacción, tal vez se detenga en cuatro cantinas en el camino y al llegar a la calle principal se le olvide a que lo mande “
¿Podría confiarse a un hombre de estos la entrega de “ Un Mensaje a García “?
Mucho se oye de la compasión que inspiran los infelices faltos de trabajo que anhelan un empleo honesto y de la antipatía con que se mira a los patrones. Pero nada se dice acerca del patrón que envejece prematuramente por sus esfuerzos en servicios hábiles y la paciencia que tiene que desplegar para aguantar los servicios de gente incompetente. El patrón está constantemente despidiendo empleados que han demostrado su incapacidad y substituyéndolos por otros, No importa cuál sea la situación de negocios, estos cambios se registran constantemente, sólo que cuando los tiempos son malos, la elección es más cuidadosa. El interés propio obliga a los patrones a conservar a los mejores empleados, aquellos que sean capaces de entregar “ Un mensaje a García “
Conozco a un individuo de relevantes dotes que es incapaz de conducir un negocio propio y es absolutamente inservible para el de cualquier otro, porque siempre tiene la idea de que el patrón le está oprimiendo o trata de oprimirlo. No puede dar órdenes ni recibirlas. Si acaso se le encargara de llevar el “mensaje a García “, su contestación sería: “ lléveselo usted mismo “.
Esta misma noche, este hombre busca trabajo pero nadie que lo conoce se atreve a emplearlo, pues es un origen constante de disgustos.
Es natural que un hombre tan moralmente deforme inspire la misma compasión que un jorobado, pero al compadecerlo acordémonos también de los infelices que se esfuerzan por llevar a cabo grandes empresas, cuyas horas de trabajo no se rigen por silbatos de las fábricas y cuyas cabezas encanecen por los repetidos esfuerzos para contrarrestar la idiotez e indiferencia de los empleados, que sin ayuda, estarán faltos de pan y de hogar.
¿Es mi lenguaje demasiado duro? Posiblemente si, pero mi deseo es el expresar mi admiración por los que obtienen éxito en la vida.
La pobreza no tiene en si nada de excelente y los andrajos no son recomendación: y los principales también pueden ser malos y avarientos como los pobres pueden ser virtuosos.
Mi simpatía está con el empleado que desempeña sus trabajos tanto cuando el patrón está presente como cuando está ausente, y con el hombre a quien se le da “ Un Mensaje a García “, y sin hacer las preguntas idiotas procede a entregarlo, sin intención de arrojarlo al primer albañal (conducto por el cual salen las aguas residuales) , y con aquel que nunca tendrá que declararse en huelga para obtener mayor salario.
Ésta es la clase de hombres que se necesitan y a los cuales nada puede negarse. Son tan escasos que ningún patrón consentiría en dejarlos ir.
Se les necesita en todas las ciudades , pueblos y aldeas, en todas las oficinas, talleres, almacenes, fábricas y demás.
El mundo entero los llama a voz en cuello y los necesita, necesita al hombre que pueda entregar “ UN MENSAJE A GARCÌA”
ELBERT HUBBARD |
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El secreto del éxito en la vida esta en prepararse para aprovechar la ocasión cuando se presente.
A veces el éxito reside en la capacidad de apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista asi como el propio.
El éxito jamás es una donación, sino una conquista.
El éxito material no es tal éxito, sino va acompañado paralelamente del éxito moral.
El hombre de éxito se toma generalmente mas tiempo en hacer las cosas que sus competidores. |
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No es hombre de bien aquel de quien no maldice algún bribon.
El hombre honrado es la obra mas perfecta de la naturaleza.
Ningun hombre esta obligado a ser rico o grande, ni a ser sabio, pero todo hombre esta obligado a ser honrado y hacer el bien.
El hombre honrado es el que subordina su derecho a su deber.
La mayor ofensa que se puede hacer a un hombre de bien es sospechar de su probidad |
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CONSEJOS DE DON QUIJOTE A SANCHO ANTES DE QUE FUERA A GOBERNAR LA INSULA
Primeramente, ¡ Oh. hijo!, has de temer a Dios, porque en el temerlo está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey, que si esto hace, vendrá a ser feos pies de la rueda de la locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.
Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, porque viendo que no corres ninguno se pondrá a corretearte, y préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos, han subido a la suma dignidad pontifica e imperatoria, y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.
Mira, Sancho: Si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay porque tener envidia a los que tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda, y la virtud vale por si sola lo que la sangre no vale.
Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniera a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no lo deseches ni lo afrentes, antes lo haz de acoger, agasajar y regalar, que con esto concederá al cielo, que gusta que nadie desprecie de lo que debes a la naturaleza bien concertada.
Si trajeras a tu mujer contigo (porque no es bien que los que asisten a gobiernos de mucho tiempo estén sin las propias), enséñala, doctrínala, edúcala, para quitarle su natural rudeza, porque todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una mujer rústica y tonta.
Si acaso enviudaras cosa que puede suceder, y con el cargo mejoraras de consorte, no la tomes tal que te sirva de anzuelo y caña de pescar, y del no quiero de tu capilla, porque en verdad te digo que de todo aquello que la mujer del juez recibiera ha de dar cuenta el marido en la residencia universal, donde pagará con el cuatro tanto en la muerte las partidas de que no se hubiera hecho cargo en la vida.
Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.
Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no mas justicia que las informaciones del rico.
Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiera y debiera tener lugar la equidad no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.
Si acaso doblaras la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.
Cuando te sucediera juzgar algún pleito de algún enemigo, aparta la mente de la injuria y ponla en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieras, las veces, serán sin remedio, y si lo tuvieran, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda.
Si alguna mujer hermosa viniera a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
Al que haz de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.
Al culpado que cayera debajo de tu jurisdicción considéralo hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuera de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstrate piadoso y clemente porque los atributos de Dios todos son iguales, mas resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia.
En lo que toca a cómo has de gobernar tu persona y casa, Sancho, lo primero que te encargo, es que seas limpio, y que te cortes las uñas, sin dejarlas crecer, como algunos hacen, a quien su ignorancia les ha dado entender que las uñas largas les hermosean las manos, como si aquel excremento y añadidura que se dejan de cortar, fuera uña, siendo antes garras de un cernícalo (ave rapaz parecida al halcón) lagartijero: puerco y extraordinario abuso.
No andes, Sancho desceñido y flojo: que el vestido descompuesto, da indicios de ánimo desmazalado flojo, si ya la descompostura y flojedad no cae debajo de la socarronería (burla encubierta), como se juzgo en la de Julio César. Toma con discreción el pulso a lo que pudiera valer tu oficio, y si sufriera que des uniforme de gala a tus criados, dásela honesta y provechosa, mas que vistosa y bizarra y repártela entre tus criados y los pobres: quiero decir, que si has de vestir seis pajes, viste tres y otros tres pobres y así tendrás pajes para el cielo y para el suelo, y este nuevo modo de dar uniformes de gala no le alcanzan los vanagloriosos. No comas ajos ni cebollas, porque no saque por el olor tu villanería. Anda despacio, habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuches a ti mismo, que toda afectación es mala.
Come poco, y cena más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.
Sé templado en beber, considerando que el vino demasiado, ni guarda secreto, ni cumple palabra.
Ten en cuenta, Sancho, de no eructar delante de nadie.
Cuando subas en un caballo, no vayas echando el cuerpo sobre el arzòn postrero, ni lleves las piernas tiesas, tiradas y desviadas de la barriga del caballo ni tampoco vayas tan flojo, que parezca que vas sobre el burro, que el andar a caballo, a unos hace caballeros, a otros caballerizos.
Tu sueño que sea moderado, que el que madruga con el sol, goza del día, y advierte ¡Oh Sancho! que la diligencia es madre de la buena ventura, y la pereza su contraria, jamás llega al termino que pida un deseo.
Este último consejo que ahora quiero darte, puesto que no sirva para adorno del cuerpo, quiero que le lleves muy en la memoria, que creo que no te será de menos provecho , que los que hasta aquí te he dado, y es, que jamás te pongas a disputar de linajes, a lo menos, comparándolos entre si, pues por fuerza entre los que se comparan, uno ha de ser el mejor, y del que abatieras, serás aborrecido, y del que levantaras en ninguna manera premiado.
Por ahora esto se me ha ofrecido, Sancho, que aconsejarte, andará el tiempo y según las ocasiones, así serán mis documentos, como tu tengas cuidado de avisarme el estado en que te hallaras.
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- La creencia de que el hombre sólo puede progresar aplastando a los demás.
- La tendencia a preocuparse por cosas que no pueden ni ser cambiadas ni corregidas.
- Negarse a hacer caso omiso de preferencias triviales.
- Insistir en que algo es imposible de realizar porque no lo puede realizar él mismo.
- Olvidarse de desarrollar y refinar su mente y relegar el habito de leer y estudiar
- Tratar de obligar a los demas a creer en lo que creemos y a vivir como vivimos
CICERON |
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Juro por Apolo, mèdico, por Esculapio, por Higea y Panacea, por todos los dioses y todas las diosas, tomándolos como testigos, que cumpliré, según mis fuerzas y mi capacidad, el juramento y el compromiso siguiente:
Respetaré a mi maestro de medicina tanto como a los autores de mis días, compartiré con el mis bienes y, si es preciso, atenderé sus necesidades, consideraré a sus hijos como hermanos y, si desean aprender la medicina, se la enseñaré gratis y sin compromiso. Comunicaré los preceptos, las lecciones orales y el resto de la enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro, a los discípulos ligados por un compromiso y un juramento según la le médica, pero a nadie más.
Dirigiré el régimen de los enfermos en provecho de ellos, según mis fuerzas y mi juicio, y me abstendré de todo mal y de toda injusticia. No entregare veneno a nadie, ni aún que me lo pidieran, ni tomare la iniciativa de tal sugestión, tampoco entregare a ninguna mujer un presario abortivo. Pasare mi vida y ejercitaré mi arte en la inocencia y la pureza. No operare del mal de piedra. En cualquier casa que entre, iré para la utilidad de los enfermos, guardándome de toda mala acción voluntaria y de corrupción, y sobre todo de la seducción de las mujeres y de muchachos, libres o esclavos. De todo aquello que vea u oiga en la sociedad durante el ejercicio de mi profesión, e incluso fuera de él, callare lo que no necesita ser nunca divulgado, considerando la discreción como un deber en semejante caso.
Si cumplo este juramento sin infringirlo, que se me conceda gozar felizmente la vida y de mi profesión, honrado siempre por los hombres, si lo violo y soy perjuro, que mi suerte sea la contraria
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